VOCES COMPROMETIDAS

Precios bajos no detienen a industria petrolera

Por: Diocles Zambrano, Oficina de Derecho Ambiental de Orellana

A pesar de las predicciones realizadas por defensores de los pueblos no contactados sobre la posible suspensión de la explotación petrolera en el campo Armadillo, ésta no se ha suspendido con la caída de los precios del petróleo.
La zona de influencia del campo Armadillo es la de mayor avistamiento de los pueblos Tagaeri y Taromenane, últimos grupos no contactados o en aislamiento voluntario en la Amazonía ecuatoriana.
La empresa pública Petroamazonas y el consorcio Ecuaservoil S.A, conformado mayoritariamente por la empresa estatal Belorusneft de Belarús y por la empresa ecuatoriana Edinpetrol, firmaron un contrato para la ejecución de servicios en el campo Armadillo (Bloque 55), en el que se invertirán 146,07 millones de dólares en los próximos cinco años.
En coherencia con esta inversión, en estos momentos se encuentran realizando trabajos de sísmica tanto en las comunidades de mestizos como con las comunidades waoranis, que están en el corazón de este campo.
Esta situación se convierte en un verdadero peligro para los grupos Tagaeri y Taromenane, así como para los demás habitantes de la zona, ya que en cualquier momento se puede producir un nuevo enfrentamiento, especialmente con la realización de las explosiones de la sísmica.
Está en manos de los ministerios involucrados en la franja de seguridad del Parque Nacional Yasuní y de las demás autoridades comprendidas en la explotación del campo Armadillo evitar que se pierdan nuevas vidas humanas.

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