Lo que nos jugamos en las urnas
En las urnas elegimos nuestros representantes y también decidimos sobre temas de mucha importancia, en las urnas en realidad nos jugamos nuestros derechos. Aunque parezca evidente, les diré no lo es tanto, les contaré dos ejemplos recientes.
En el mes de junio se realizó una consulta popular en el Reino Unido. La pregunta a sus ciudadanos fue: ¿Debemos permanecer en la Unión Europea? Por un estrecho margen la decisión fue abandonarla, basados principalmente en un sentimiento anti-inmigrantes.
Las consecuencias para el Reino Unido fueron varias: la renuncia de su Primer Ministro, la caída en picada de su economía, la amenaza de Escocia e Irlanda de dejar de integrar el Reino Unido y una total incertidumbre en cuanto a cómo el país y sus ciudadanos llevarán sus relaciones en todo ámbito con el resto de Europa. Inmediatamente muchos ingleses se dieron cuenta del error pero era demasiado tarde, la decisión estaba tomada.
Otro ejemplo, en el mes de julio, los dos partidos políticos más importante de Estados Unidos eligieron a sus candidatos para las elecciones presidenciales; con sorpresa el mundo vio que se eligió al republicano Donald Trump, cuya candidatura y propuestas basadas en el odio son marcadamente racistas, populistas y anti-derechos humanos.
Trump tiene altísimas posibilidades de ser presidente y en sus palabras “manejar el país como su empresa”, lo cual incluye según su campaña empezar guerras, realizar expulsiones masivas de inmigrantes, dar autorización para realizar actos de tortura, la eliminación de derechos laborales y sindicales, entre otras arbitrariedades de una larga lista.
El Ecuador también tiene larga experiencia de malas decisiones en las urnas, solo recordemos que elegimos un Presidente que en complicidad con la banca privada, planificó y ejecutó el feriado bancario. Por estos y muchos otros ejemplos, en las siguientes elecciones de autoridades o consultas populares haga el siguiente ejercicio:
Con la mano en el corazón pregúntese con total seriedad si la persona por la cual usted está pensando votar, si la propuesta que usted va a respaldar, (más allá de sonar mucho en la televisión y la radio, más allá de ser popular y liderada por alguien carismático), ¿afecta o puede afectar sus derechos y los derechos de otras personas? O ¿si podría afectar gravemente el medio ambiente? O ¿si podría desencadenar en un desastre político y económico?
Por favor, hágase estas y muchas otras más preguntas similares antes de dar su voto.