EDITORIAL

Algunas reflexiones sobre el adultocentrismo

¿Por qué estamos tan acostumbrados a discriminar a las demás personas? Porque es negro, porque es flaco o está gorda, porque es mujer, es gay, es extranjero, es de un partido político, incluso porque practica o no una religión; pero aún nos falta caer en cuenta de la discriminación que viven los niños, niñas y adolescentes solo por tener la edad que tienen.
Cuántas veces ha visto un niño o una niña y ha pensado que no tiene suficiente uso de razón, y que es más bien medio ser humano que estará completo cuando crezca. Recuerde cuántas veces ha eludido conversaciones difíciles con sus hijos e hijas porque considera que no están en edad de “saber de eso” o no son suficientemente inteligentes para entenderle.
Estas y otras prácticas mediante las que se inferioriza el saber, las necesidades, el desarrollo y manifestaciones culturales de cada edad, se conocen como adultocentrismo, pues entendemos el mundo desde la óptica del modelo perfecto de ser humano que existe solo en cierta etapa de la vida, la edad adulta.
Fuera de éste todo resulta entonces “infantil”, inadecuado, inmaduro o incompetente, lo que conlleva a tratarle como molesto, inferior y como objeto de corrección y disciplina. Ahora bien, la cuestión tampoco debe llegar al extremo de dar rienda suelta a generaciones de niños y niñas maleducados, cuyo capricho es ley, y que no pueden convivir en comunidad.
El asunto consiste en encontrar un justo medio en el que se trate a niños, niñas y adolescentes como verdaderos sujetos de derechos, es decir, se les informe con la verdad y no se les oculte el conocimiento, se les permita acceder a la cultura, y sobre todo, no se les maltrate, ni abuse sexualmente, ni se ciegue prematuramente sus vidas.
Pero además que se les permita hablar, que se tenga en cuenta su opinión, sus necesidades, sus aspiraciones, su proyecto de vida y puedan participar social y políticamente en la comunidad. Recordemos que están cerca unas elecciones y la participación de los y las adolescentes será vital para determinar el rumbo del país en los próximos años.

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