EDITORIAL

La justicia no es para los de naranja

El día de ayer se suspendió por quinta ocasión la diligencia de reconstrucción del “Caso Turi”, una diligencia judicial que se ha suspendido cinco veces dentro de un caso por tortura, tratos inhumanos y degradantes. Imagine ahora cuando más se tardará el fiscal en acusar y el juez en dictar sentencia, si es que llega algún día a ser dictada. Si no recuerda, o se acuerda poco de lo que ocurrió en el “Caso Turi”, aquí le refrescamos la memoria.
El 31 de mayo de 2016 en la cárcel de Turi, ubicada en la provincia de Azuay, se realizó un operativo de requisa de rutina con 80 efectivos de la Policía Nacional, ellos sometieron a 200 privados de libertad usando gas pimienta, toletes, pistolas eléctricas, pisotones, puños y patadas. Todo esto mientras les dedicaban frases como “esta es la presentación del nuevo grupo UMO”, “no somos sus amigos, así les va ir si se portan bien y si se portan mal peor”, “mujercitas, este es el trato que van a recibir de parte de nosotros siempre”, “ustedes son escoria, el desecho de la sociedad, están en el infierno”.
Los privados de la libertad se mantuvieron sumisos en todo momento, acataban las órdenes pese a ello, nuestra “profesional Policía” optó por usar la fuerza, una fuerza injustificada y desmedida, además lo hizo con saña y gusto. Formaron una alfombra humana de color naranja, el color de los uniformes de los privados de la libertad, a quienes no dudaron en pisar. Todo esto se supo por una filtración de numerosos videos que reseñan horas de vejaciones.
El jefe del operativo manifestó que en todo momento se respetaron los derechos humanos de los privados de libertad, aunque los videos son una prueba de la mentira tan grande como un estadio. La respuesta inicial del Ministerio de Interior y el Ministerio de Justicia fue de justificación y respaldo a los policías.
Luego de casi un año de los hechos todo sigue en impunidad, y eso se debe a que muchos piensan que existen seres humanos de segunda clase, que los privados de la libertad se merecen eso y mucho más. Otros piensan que el escándalo de los videos se olvidará poco a poco y la Policía podrá seguir actuando como acostumbra. Mientras tanto, los ciudadanos de primera clase obtienen sentencias favorables en menos de un mes, por hechos que dudosamente pueden ser considerados delitos, gozando además de cuantiosas indemnizaciones. Es por eso que aquí afirmamos que la justicia no es para los de naranja.

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