Aclaraciones necesarias post ataques terroristas en España

La semana pasada se produjeron ataques terroristas en las ciudades españolas de Barcelona y Cambrils; el método utilizado fue realizar atropellamientos masivos con una furgoneta en zonas muy concurridas. Producto de lo anterior 15 personas fallecieron y más de un centenar fueron heridas, en total hubo víctimas de 35 nacionalidades, lo que responde precisamente a lo multicultural de España y la Comunidad de Cataluña.

Poco a poco se han revelado nuevos detalles de lo acontecido, el grupo terrorista se encontraba integrado por al menos 12 jóvenes no mayores de 25 años de nacionalidades marroquí y española, al parecer su intención inicial era realizar varios ataques a una escala mucho mayor con el uso de explosivos, sin embargo, estos planes se vieron frustrados en días anteriores. A las pocas horas de los atentados el denominado “Estado islámico” (o Isis) se adjudicó los hechos, afirmando que se trató de sus “soldados”. Los familiares y amigos de estos jóvenes, con tristeza, dieron a conocer que fueron cooptados y adoctrinados durante varios meses por una autoridad religiosa de tendencia extremista del islam.

Luego de los ataques personas musulmanas han sufrido agresiones en varias zonas de España, hubo ataques contra varias mezquitas, pero también se han realizado multitudinarias concentraciones pacíficas en rechazo al terrorismo religioso, incluso de parte de varios colectivos y comunidades musulmanes, quienes manifiestan que no todos los árabes y musulmanes son terroristas, sino que en realidad se trata de tendencias extremas y radicales que son una ínfima minoría y que no les representan.

En este clima de odio en el cual ataques como los de Barcelona ocurren con frecuencia en cualquier parte del mundo, es necesario realizar algunas aclaraciones para no incurrir en el racismo, la xenofobia y la discriminación religiosa producto de la ignorancia y la generalización.

Primero, los “árabes” son personas que provienen de territorios donde el idioma oficial es el árabe. Segundo, entre estos países existe una gran diversidad religiosa y política, por ello existen árabes cristianos, árabes ateos, árabes musulmanes, etc. Así también en lo político existen árabes demócratas, árabes moderados y una minoría extrema y radical. Tercero, los “musulmanes” son aquellas personas que practican el islam y basan sus creencias en el Corán, son más de 2760 millones de fieles de distintas tendencias y escuelas, y de ellos sólo unos 50000 hacen parte de “Estado islámico”, o sea el 1,81%, es decir solo una ínfima minoría son fanáticos violentos. Por último, los “islamistas” son aquellas personas que promueven políticamente una vida apegada a los designios de El Corán, de nuevo entre ellos existen tendencias moderadas y una reducida minoría radical.

En otras palabras ni árabe, ni musulmán, ni islamista son sinónimos de terrorismo, extremismo, radicalismo o de violencia, dejemos esas ideas superficiales y generalizaciones fáciles basadas en el desconocimiento y en el odio irracional. Fanatismos, fundamentalismos y extremismos existen en todas las religiones y en todas las tendencias políticas, y esas ideas son las únicas que deben ser combatidas vengan de donde vengan. Nuestra mejor herramienta para ello deben ser el conocimiento, el diálogo, el entendimiento mutuo y el respeto.

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