Necesitamos educar a los futuros padres desde la infancia

Por: Sonia Rodriguez Jaramillo, CEPAM Guayaquil

Se ha presentado un proyecto para reformar el Código de la Niñez, Adolescencia y Familia con el supuesto de favorecer la relación entre los padres e hijos cuando la vida de pareja termina. Lamentablemente, el Código parte de premisas falsas en contra de las mujeres y no contribuye a mejorar las relaciones entre las madres, padres e hijos, lo que debía ser una de sus finalidades. Se dice que:

Las mujeres lucran y tienen hijos de varias parejas para vivir de esas pensiones. El reporte oficial dice que más del 75% de las pensiones no llegan a los 300 dólares, es decir ni el valor de la canasta básica.

Las mujeres tienen varias parejas, pero esas parejas son hombres. Es decir, se juzga la vida de las mujeres no la de los hombres, cuando en muchas ocasiones son ellos los que se van sin asumir responsabilidades económicas y afectivas con los hijos.

Las mujeres no trabajan, viven del trabajo de los padres de sus hijos. No se reconoce el trabajo doméstico como el sustento de la vida cotidiana ¿quién cocina, lava, lleva los niños al colegio? Son las mujeres las que atienden la salud de los hijos y otros familiares adultos mayores.

Detrás de quienes presentaron la propuesta hay más intereses económicos que el bienestar de los hijos e hijas. Es nuestra responsabilidad y derecho promover nuevas masculinidades desde la infancia para que en la vida adulta más hombres se preparen para ejercer de mejor manera la paternidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *