Un recordatorio sobre los derechos de los niños y las niñas

El 20 de noviembre se conmemorará el “Día Universal del Niño”, este día fue designado en 1954 por las Naciones Unidas para impulsar el respeto y la garantía de los derechos de los niños y niñas alrededor del mundo.

Un 20 de noviembre, en el año 1989 se aprobó la Convención de los Derechos del Niño. En esta norma jurídica se hace hincapié en varios puntos importantes sobre los derechos de la infancia.

  1. Los niños tienen derechos humanos y los adultos responsabilidades para su cumplimiento. Las opiniones de los niños deben ser escuchadas y tomadas en cuenta.
  2. El Estado es el principal garante de los derechos de la infancia, está obligado a tomar todas las acciones necesarias para su respeto, debiendo proporcionarles todos los medios y oportunidades para su correcto desarrollo.
  3. Deben gozar de múltiples derechos, entre ellos: a la vida, integridad personal, libertad de conciencia y opinión, a la educación, a la salud, a la vivienda, a la recreación y la cultura, a la alimentación y al agua, etcétera.
  4. Los niños y las niñas deben gozar también de una protección especial contra todo tipo de violencia, explotación y discriminación.
  5. El principio del interés superior del niño deberá prevalecer sobre cualquier otra consideración, es decir no será válida ninguna excusa o justificación para el irrespeto de sus derechos.

Este recordatorio es oportuno tanto por la proximidad del Día Universal del Niño como por los graves y masivos casos de delitos sexuales cometidos contra niños, niñas y adolescentes en nuestro país.

Entre 2014 y 2017 se realizaron más de 900 denuncias por delitos sexuales cometidos contra niños y niñas dentro de las escuelas. Otras estadísticas del Consejo de la Judicatura hablan de 4 mil denuncias y 918 casos en investigación.

Los delitos sexuales cometidos incluyen la violación, el abuso sexual, el acoso sexual, la explotación sexual, contacto con finalidad sexual con menores de dieciocho años por medios electrónicos, corrupción de niñas, niños y adolescentes, distribución de material pornográfico y la exhibición pública con fines sexuales.

Los delitos son generalizados, en Quito en un caso existen más de 40 víctimas, mientras que en otro hay más de 80, y en Guayaquil un caso supera el centenar de víctimas. En todos ellos hubo conocimiento previo del establecimiento educativo pero no se informó a las autoridades competentes, ni se denunció ante la justicia.

En el Ecuador el Gobierno de turno y las autoridades del ramo han reconocido un actuar inadecuado, una cadena de negligencias y falta de aplicación de normas, políticas y protocolos, han manifestado además que se requiere de cero tolerancia ante este tipo de hechos y sin embargo, cada semana aparecen nuevos casos. Ya es hora de que la ciudadanía también adopte una actitud de tolerancia cero ante la inacción y complacencia de los planteles educativos y las autoridades públicas.

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