Por: Wilson Coronel, Radio Chaguarurco
Dos semanas se han cumplido del macro-deslizamiento suscitado en el sector de Quillosisa, perteneciente a la parroquia Abdón Calderón, del cantón Santa Isabel, en la Provincia del Azuay, que afectó a 21 personas y a 12 casas. Ante esta situación se mantiene activo el Comité de Operaciones de Emergencias Cantonal, COE, hasta que se concluyan los trabajos de mitigación.
Filtraciones y acumulación de agua así como la reactivación de una falla geológica que tiene más de 100 años se presume que fueron los causantes de este deslizamiento que el pasado miércoles 22 de noviembre, desplomó a cuatro viviendas y dejó otros ocho inmuebles inhabitables.
Janette Moscoso, coordinadora de la Unidad de Gestión Ambiental de la Municipalidad, indicó que la declaratoria de emergencia en el cantón continuará activa hasta resolver la situación de los damnificados.
El COE se auto-convocó para reunirse con los representantes del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, con el objetivo de planificar el proyecto de vivienda para los afectados, en que el Municipio entregará el terreno y dotará de servicios básicos, mientras que el Ministerio construirá las casas.
Situación actual.- La funcionaria indicó que el personal y la maquinaria de la Municipalidad se encuentran en la zona realizando las labores de mitigación que consisten en la construcción de tres drenajes para conectar el agua de lluvia y de riego. Estas obras se esperan que culminen antes de fin de año. Además, como medida de seguridad se cerró el paso de agua y se prohibió el riego en los cultivos.
“Este deslizamiento no solo afectó a Quillosisa, también a las 350 familias que son beneficiarias de este sistema de agua potable: Malapamba, Patapata y San Nicolás”.Jorge Tapia, jefe político del cantón, detalló que, de acuerdo al informe preliminar emitido por la Coordinación Zonal de la Secretaria de Gestión de Riesgos, son ocho familias damnificadas, ya que, de las 12 casas, dos estaban abandonas y de otras dos sus dueños viven en Cuenca.
Tapia coincide con la coordinadora de Gestión Ambiental del Municipio al manifestar que el peligro no ha terminado, pues, al continuar las lluvias, las personas ubicadas en las zonas de influencias también tendrán que salir.