Por: Coalición Nacional de Mujeres del Ecuador
El 8 de Marzo es un día de conmemoración de las luchas históricas de las mujeres por la defensa y aplicación de sus derechos en el mundo entero. A pesar de los avances, fruto de la movilización y denuncia constante del movimiento de mujeres, seguimos siendo violentadas, discriminadas y desvalorizadas. En esta fecha, denunciamos la existencia de violencias perpetradas desde el Estado contra las mujeres privadas de libertad, en la atención en los servicios de salud, en el ámbito laboral, en la comunicación, en la asignación de puestos de responsabilidad y decisión, como la conformación de la Comisión de CPCCS transitoria, que violenta la Constitución y el Código de la democracia.
Violencia
Reconocemos la importancia de la aprobación de la Ley Orgánica Integral para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, sin embargo consideramos fundamental advertir que el Estado ecuatoriano tiene deudas pendientes con las mujeres ecuatorianas diversas. Las deudas con las mujeres víctimas de violencia y sus familias, se refieren por una parte, al reconocimiento de las víctimas directas e indirectas de femicidio; a dar tratamiento oportuno y adecuado a las situaciones particulares de violencia que enfrentan las mujeres indígenas, negras y de otras etnias; la aprobación del Procedimiento especial y expedito para delitos de violencia y su inclusión inmediata al Código Orgánico de Procedimiento Penal, COIP. La supresión de las Fiscalías Especializadas de Género es un grave retroceso que promueve la impunidad de los actos de violencia contra las mujeres, incluido el femicidio.
Acceso a la justicia
La falta de implementación del enfoque de género en el aparato judicial, la falta de normativa adecuada, la falta de capacitación y sensibilización de los operadores y administradores de justicia, la falta de debida diligencia, y la mala interpretación de los tipos penales obstaculizan el ejercicio pleno de nuestros derechos. El Estado como garante de derechos debe asegurar el acceso a la justicia especializada, cuando se atenta contra nuestra vida e integridad, y a la vez facilitar el trabajo de las organizaciones defensoras de los derechos humanos de las mujeres.
Los estereotipos y prejuicios de género que permean el sistema judicial, culpabilizan permanentemente a las víctimas de violencia, en función de sus comportamientos y modos de vida, justificando así tales actos, y desincentiva la denuncia, contribuyendo así a la impunidad.
Salud
Mientras sigan muriendo mujeres durante el parto por causas prevenibles, el Estado seguirá en deuda con las mujeres, comprometiendo el progreso humano y el desarrollo sostenible del país. La mortalidad materna (MM) es un indicador incuestionable de la pobreza y las inequidades en una sociedad. En el Ecuador, mueren durante el embarazo y el parto 55 mujeres por cada 100.000 nacidos vivos, principalmente mujeres pobres, de zonas rurales, con bajos niveles de educación,negras e indígenas. Es urgente garantizar el acceso, de manera universal y gratuita a los servicios
de salud, asegurar la educación sexual basada en evidencia científica, tomando en cuenta las
especificidades de las mujeres diversas y sus comunidades.
Derechos sexuales y derechos reproductivos
Nuestro cuerpo parece ser un territorio sobre el que los otros deciden. En el Ecuador, las mujeres están obligadas a continuar con embarazos producto de una violación, las niñas violadas están obligadas a parir a pesar de haber sido violadas por sus padres, abuelos, hermanos, contradiciendo la Constitución y el marco jurídico internacional de derechos humanos.
Vivimos en un país que “previene” la violación sexual colocando la responsabilidad en las mujeres, en las niñas, a través del miedo, de la represión de sus libertades, del castigo a su derecho a transitar y usar el espacio público. Los violadores, impunes, siguen gozando los privilegios del patriarcado que los encubre y los protege, y a la vez criminaliza a las mujeres en casos de aborto. En Ecuador se cuestiona la decisión de cada persona sobre la identidad de género y la orientación
sexual: violenta sexualmente a las mujeres y a las niñas, no reconoce, no acepta, no legaliza las decisiones sobre su sexualidad y reproducción.
Institucionalidad
La última década ha desestructurado la institucionalidad de género en el país; la situación del Consejo Nacional de Igualdad de Género, cuyo nivel de rectoría en la política pública a favor de los derechos de las mujeres es marginal, como lo es también su presupuesto. De igual manera, a nivel de otras secretarías de Estado y Gobiernos Autónomos Descentralizados es fundamental recuperar la importancia de ubicar mecanismos institucionales y presupuestos para la igualdad de género.
La creación de las Juntas Cantonales de Protección de Derechos en los Gobiernos Autónomos Descentralizados, con presupuesto suficiente, son vitales para la implementación de la Ley Orgánica Integral para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres.
Derechos Económicos Sociales y Culturales
Este 8 de marzo reivindicamos la lucha de las mujeres trabajadoras, por la igualdad salarial, mejores condiciones laborales, espacios de trabajo libres de violencia, estabilidad y acceso a todas las prestaciones de seguridad social, así como reconocimiento social y valoración económica por el trabajo del cuidado.
El incremento de la violencia contra las mujeres es producto de la agudización de todo tipo de desigualdades, resultado de un sistema económico que explota los recursos naturales y descarga sobre los hombros de la población, especialmente de las mujeres, las peores consecuencias de la crisis, llegando incluso a la criminalización de las defensoras de tierras y territorios.
La Coalición Nacional de Mujeres, honra el espíritu de lucha por la igualdad, la equidad y la justicia, heredado de las mujeres trabajadoras de la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas de 1910 y de innumerables ancestras, e invitamos a las mujeres y hombres, a todos los sectores y organizaciones sociales, a unirse al paro contra el machismo, el sexismo y la homofobia y las violencias contra las mujeres, a favor de la igualdad y el reconocimiento pleno de nuestros
derechos humanos.
!Resistencia, vigilancia y lucha feminista!