El título del presente editorial le podrá parecer amarillista o incluso exagerado, sin embargo, no hace más que expresar la gravísima situación que las mujeres viven en Ecuador, tan solo mencionaremos un par de casos muy recientes en los cuales el derecho a la vida, el derecho a la integridad, el derecho a ser libre y muchos otros derechos de las mujeres son violados, siendo ejemplos de la realidad que vive más de la mitad de la población de nuestro país.
Hace casi un mes una niña de doce años, embarazada, fue secuestrada de su escuela en la provincia de Sucumbíos, E hecho paso bajo el radar del gobierno y los medios de información, por varias semanas nada se dijo al respecto, cuando gracias a un valiente editorial se supo lo acontecido y la ciudadanía entró en alarma, el ministro del Interior dijo que se trataba de un asunto “de orden familiar”, realizado por la “pareja” y “padre del niño”. Luego el ministro ofreció disculpas por usar “palabras incorrectas” esto en lugar de disculparse por su análisis machista que resta importancia a lo ocurrido y que no se ajusta a la ley ni a los derechos humanos. Al día de hoy, la niña sigue secuestrada.
Hace unos días en el centro histórico de Quito, se intentó secuestrar a una niña que había salido a comprar víveres a una tienda cercana, el hecho fue captado por un cámara del sector, en dicho video se puede observar como la niña es abordada por un sujeto, quien la intenta drogar, dejar inconsciente y llevar por la fuerza. Al momento, el sujeto
no ha sido capturado y se desconoce lo que pretendía hacer con la menor de edad.
Hace tan solo un par de días, un hombre fue detenido por la Policía Nacional en la Provincia de El Oro, se le acusa de haber mantenido relaciones con sus dos hijas, producto de lo cual se procrearon 5 niños. Además, se presuma habría violado a su nieta de 14 años, quien se encuentra en lo seis meses de gestación. El hombre tenía ya orden de prisión y había sido denunciado en varias ocasiones, sin embargo, seguía viviendo con sus víctimas.
Todo este horror se suma a los cientos de casos de abuso y violación sexual en centros educativos del país, hechos que permanecieron en silencio y total impunidad y que recién llegan a conocimiento de la Fiscalía, a lo cual también debemos sumarle más de 50 femicidios denunciados a la justicia en lo que va del año, a lo que también debemos
sumarle más de 1577 desaparecidos en todo el país, en su mayoría mujeres.
Radioescucha o lector, no estamos exagerando o siendo amarillistas, nos están desapareciendo, nos están matando, nos están secuestrando, no están violando, y nadie hace nada, somos esa realidad de la que poco se dice pero de la que todos saben, somos también la noticia del momento que es olvidada a la semana siguiente. Es momento de
tomar conciencia, reaccionar y actuar.