Por: Sonia Rodríguez, CEPAM Guayaquil
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de las Mujeres, fecha que debemos recordar como un día de lucha en el que las mujeres fueron asesinadas, quemadas por reclamar el derecho a un trabajo digno y justo.
En nuestro país aún hay niñas que no pueden estudiar porque tienen que cocinar o cuidar a sus hermanos pequeños, niñas y adolescentes violadas y embarazadas, sin poder interrumpir el embarazo. Adolescentes y mujeres adultas son golpeadas, denigradas, insultadas, humilladas e inclusive asesinadas diariamente por sus parejas o ex parejas. Mujeres que no estudiaron y no tienen ingresos propios, lo que las hace más vulnerables y dependientes económica y afectivamente. Mujeres a las que les quitan los hijos como mecanismo de control, mujeres explotadas sexualmente, mujeres lesbianas excluidas y violentadas.
Por eso y más, en Guayaquil se realizó una marcha feminista, a la que cada día se han sumado más jóvenes para gritar y cantar juntas, porque no es un enfrentamiento entre hombres y mujeres, ni entre buenos y malos, es una lucha con una finalidad ética y política, mejorar la calidad de vida de las mujeres y por tanto de la sociedad en general. Vivas y felices nos queremos.