La familia: una necesidad de múltiples rostros

Por: Sonia Rodriguez

Las protestas en contra la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, son una oportunidad para reflexionar sobre el matrimonio y las familias.

Los niños y adolescentes necesitan una familia, adultos amables, respetables, confiables que puedan cuidar, proteger, acoger, transmitir valores, ética, crear ambientes cálidos en los que formarse; es decir quienes puedan cumplir esas funciones. Por eso, hay familias en las que una mujer y su hermana están a cargo de los niños, o una abuela y una tía, o una tía y su esposo, o un papá y su hermana, un papá y una mamá, dos mamás o dos papás. Entonces, las familias se conforman, las familias también se eligen.

Una práctica que apoyemos todos debe ser que las familias cumplan su función de cuidado y transmisión de principios para vivir responsablemente en comunidad. Lo que debe preocuparnos, y por lo que el Estado y la sociedad en conjunto debemos trabajar, es porque las familias no sean espacios de violencia, consumo de alcohol, drogas, delincuencia. Si entre sus miembros hay homosexuales o lesbianas, no es lo que condiciona el equilibrio familiar, y por lo tanto no es el aspecto sobre el cual ni el Estado ni la sociedad deban desgastarse.