Veintisiete perritos murieron envenenados entre el viernes 12 y el sábado 13 de julio en la ciudad de Quito, otros animales siguen hospitalizados en estado crítico. Seres humanos que no valoran la vida realizaron una “donación” de alimento envenenado a tres refugios privados, financiados y manejados por voluntarios amantes de los animales.
Acción Animal Ecuador, Defensa de la Vida Animal EC y la Fundación Lucky Bienestar Animal, recibieron la “donación” del “alimento” que tan desesperadamente necesitan para dar de comer a los cientos de animales a los cuales desinteresadamente acogen dándoles un techo, el Estado no les da un centavo y los tres refugios se financian enteramente de la buena voluntad de la gente.
Los tres refugios jamás pudieron prever que unos delincuentes habían planificado, y minuciosamente ejecutado el envenenamiento masivo. Su intención clara era causar el mayor daño posible, no solamente matar al mayor número de animales, sino también provocar que desechen toda la comida donada recientemente y almacenada. Pero además, tuvieron la intención de generar un estado de paranoia que obligará a todas las organizaciones que protegen a los animales a desconfiar de las donaciones de alimento recibidas, nada será lo mismo.
Veintisiete vidas pérdidas, sin sentido ni justificación, muchas otras vidas todavía en peligro, seres absolutamente inocentes que recibieron confiados y agradecidos la comida, sacando su lengua y moviendo su cola, para no volver a hacerlo nunca más.
Los tres refugios están poniendo todo de su parte para que se investigue y atrape a los responsables de este acto criminal, desafortunadamente el caso es considerado por los operadores de justicia como algo menor y de poca importancia (no imaginan el potencial de estos homicidas). Incluso, si eventualmente se verifica a los responsables, la pena máxima aplicable según la legislación penal es la de una contravención con un máximo de tres a siete días de prisión, así de poco nuestras leyes valoran la vida de las mascotas o animales de compañía.
Ante esta tragedia, llamamos a la sociedad a demostrar que valoramos la vida en todas sus formas: la vida humana, la vida animal y la vida de la naturaleza. Los tres refugios afectados esperan nuestra solidaridad para cubrir las cuentas médicas y comprar alimento seguro.