Por: Ivonne Macias, Comité de Derechos Humanos del canton Shushufindi
Los moradores de la comunidad Isla Puná, del canton Shushufindi, en la provicna de Sucumbios, mencionan que hace diecisiete días en el pozo reinyector de agua de formación, Condorazo N° 02, perteneciente a la Subestación Drago de la empresa Petroamazonas EP, hubo un derrame de agua de formación que hasta la actualidad no ha sido controlado. A través de fotografías se puede observar la vegetación muerta y se percibe un olor nauseabundo en los alrededores del pozo.
Gran cantidad de agua de formación ha llegado al río que denominan “Vía al Paraíso”, contaminando todo lo que encuentra a su paso. Este riachuelo desemboca en un río en el recinto “El 30”, de la comunidad 18 de Noviembre. Se nota gran preocupación en la población de estos sectores ya que el agua de los esteros y riachuelos que se usan para el consumo está siendo contaminada.
Los pobladores manifestaron que no es la primera vez que pasa esto, según testimonio: “Hace seis meses pasó lo mismo y fue un derrame de mayor magnitud. La comunidad no ha dicho nada porque no sabemos qué hacer; pero esta vez sí vamos a defendernos de estos maltratos que la empresa nos esta dando”.
Otro habitante que habita cerca del lugar del derrame, comentó que el agua de su piscina está poniéndose negra y no sabe por qué, el agua que se están sirviendo del estero tiene una nata amarilla; que por el derrame anterior se ha muerto el ganado, perros y gallinas; se enfermaron todos los niños de la comunidad y algunos mayores presentaron problemas de salud.
Manifestaron también que los moradores de otras comunidades han comentado que apoyarán cualquier acción de resistencia y demanda que se organice.
Fincas de siete propietarios fueron contaminadas; algunos funcionarios de Petroamazonas han amenazado deciendo que no tomen fotos, y que si las toman no publiquen nada porque se van a meter en problemas.
El agua de formación se considera un residuo industrial, es sumamente tóxica para el medio ambiente y para los seres humanos y el reglamento ambiental de operaciones hidrocarburíferas exige que se reinyecte este residuo, ya que esa agua puede contener metales pesados, materiales radiactivos, como el radio 226 o el radio 228, altos niveles salinos y compuestos orgánicos.