Por: Adela De Labastida, PRODH
Desde que se inició la movilización de la CONAIE y de los pueblos indígenas y campesinos los artistas escénicos decidimos juntarnos para conformar una red junto con otros activistas de derecho humanos y actores sociales, para entrar en coordinación con la CONAIE, y de esa forma tratar de paliar algunas necesidades de los pueblos que venían marchando hacia la capital.
Instalamos puntos de salud en distintos lugares, porque nuestro objetivo fue brindar bienestar a los compañeros y participar de esa forma, con nuestro contingente, en esa lucha. Hemos sido testigos del maltrato y del abuso de la fuerza por parte de policías y militares, y el abuso del poder político al desoír los reclamos que le hacía el pueblo y no estamos de acuerdo con ese empleo abusivo de la fuerza.
Hemos constatado cómo han sido víctimas mujeres, niños, personas de la tercera edad. Directamente hemos podido asistir a más de 500 personas y algunos de esos casos, lamentablemente, han sido pérdidas de vidas humanas.
Dentro de todo esto, agradecemos la solidaridad que el pueblo de Quito ha manifestado una vez más con esta marcha. También recalcamos que nos es una visión paternalista la que nos anima, sino que es una colaboración en reconocimiento que los pueblos indígenas trabajan día a día, de sol a sol en el campo, para que quienes habitamos las ciudades podamos gozar de productos buenos y frescos para nuestra dieta.
Ahora que ellos necesitan de nuestro apoyo, y que nosotros necesitamos apoyarnos en ellos para seguir gozando de esos productos agrícolas, pensamos que estamos haciendo una retribución de lo que ellos nos dan a diario.
Saludamos la posición de la CONAIE y de los pueblos indígenas, esa valentía y esa lucha permanente; nos unimos a ella, ofrecemos nuestro tiempo, nadie nos financia, no pertenecemos a ninguna bandera política, somos solamente personas solidarias que valoramos las que el pueblo indígena nos da con estas acciones multitudinarias y les agradecemos por eso.