La vida y la salud de los ecuatorianos subordinada al capital

Antes de la pandemia, el gobierno de Lenin Moreno había recortado al menos 2000 puestos de trabajo en el Ministerio de Salud. Pero durante la pandemia, cuando se necesita mayor cantidad de personal por tratarse de una situación excepcional todavía siguieron los despidos, y, por ejemplo, sólo en Manabí y Santo Domingo fueron desvinculados 400 servidores de la salud más en un proceso llamado eufemísticamente “Proceso de Optimización del talento Humano”. Quienes siguen trabajando tampoco lo están pasando bien. Los 3500 médicos postgradistas que fueron llamados a combatir la pandemia en primera fila no reciben sus haberes en algunos casos desde hace más de 6 meses, a muchos otros servidores de la salud también se les adeuda como mínimo una remuneración.

En el 2020, el gasto en Salud se redujo un 15% en el Ecuador y esto se manifiesta, por ejemplo, en el porcentaje del gasto fiscal dedicado al Covid-19 que hasta julio fue del 9% del PIB en el Perú, 8% en Brasil, 6% en Paraguay y un vergonzoso 0.5% en el Ecuador (el promedio en América Latina fue de 2.4%). Asimismo, el Ecuador está a la cola en la región con apenas 10 tests de detección del virus por 1000 habitantes, cuando en Chile son casi 90 y en Colombia, El Salvador o Uruguay, alrededor de 40. Durante los 6 meses de la pandemia, el Ecuador tiene 30 mil muertos más que durante similar período del 2019 pero los muertos por Covid o presunción de Covid reconocidos por el gobierno son 10000. ¿O sea que hay 20000 muertes inexplicables? Más bien, parecería existir una voluntad manifiesta del gobierno en distorsionar esta y otras cifras para disimular lo mal que ha enfrentado la pandemia, en que además de su manifiesta ineptitud se han sumado los numerosos casos indignantes de corrupción en las compras públicas con sobreprecios de tests, insumos médicos e incluso fundas de cadáveres, actos en los cuales han participado servidores públicos, un expresidente, sus hijos y sus socios.

En plena pandemia, cuando más faltan en el país los recursos para enfrentar el Covid-19 y evitar que miles de ciudadanos mueran o vean afectada gravemente su salud, el gobierno del Ecuador pagó 340 millones de dólares por intereses de los bonos 2020, sin importarle que con ello claramente subordinaba la vida al capital. Con todo esto se comprueba que la salud y la vida de los ecuatorianos no son, ni de lejos, la prioridad del gobierno de Moreno.