Un homenaje para Quino

El 30 de septiembre de 2020 murió Joaquín Salvador Lavado Tejón, universalmente conocido como Quino, desde San Telmo y por todo el mundo le hacemos un merecido homenaje y el PRODH no es la excepción:

Le lloramos por ser un artista del pueblo y para el pueblo, tan hábil que muchos intelectualoides no entendían el contenido de sus viñetas, ya sea haciendo un llamado a la paz, quejándose del capitalismo, denunciando el machismo y el patriarcado, revelando la brutalidad policial y la tortura, pidiendo a gritos arte y cultura, lamentándose por el daño a la naturaleza y la falta de solidaridad del mundo, planteando firmemente un mundo que sea mejor para los niños y niñas de Latinoamérica y el mundo, o simplemente quejándose de la sopa y de la cotidianidad.

Nos queda especialmente ese lindó comic de los “10 derechos fundamentales de los niños” que realizó para Unicef (en el link)[1]

Le extrañamos por ser un libre pensador tan libre que los dictadores y genocidas le temían, tan libre que sus viñetas trascendían todas las fronteras: las geográficas, lo adoramos en todo el mundo; las temporales lo admiramos en el Siglo XX y el Siglo XXI, las de edad y las de género, lo leemos chicos y grandes, hombres y mujeres sin distinción; las estéticas, hacía un arte entendible para todos y apreciable por todos te guste la literatura, la pintura o el cómic.

Un escritor tan importante y universal que no le hacía falta premios o reconocimientos al que le sobraba el cariño de su público.

Nos hará falta por ser el padre de Mafalda, quizá su creación más conocida, una creación tan relevante que trasciende las páginas y casi, casi que tiene existencia corpórea. Mafalda una guagua tan grande, tan inteligente, tan interesante, tan perspicaz, tan jodida, es decir tan pero tan niña. Una guagua que ha sido la compañera de todas y de todos en algún momento de nuestras vidas y cuyos ingeniosos comentarios siempre vigentes asoman en cualquier conversación.

Una guagua argentina que si era tan real como nosotros pudo ser presidenta pero que seguramente hubiese sido un desparecido más de la sangrienta dictadura de los setenta.

Desde aquí hasta el infinito les recomendamos su pensamiento, su arte y su obra que es múltiple y variada y no se limita a Mafalda, la recomendamos porque además de ser muy bella y entretenida, nos educa y nos transforma mejor que cualquier clase de moral, ética, derechos humanos, política, sociología, antropología, derecho o economía. Quizá incluso si haces memoria él te enseñó a leer o te enganchó para siempre con la lectura.

Gracias Quino por ser el mejor de los maestros y gracias por dejarnos una obra tan grande pero tan grande que se leerá de aquí al infinito.

Quino querido, que la tierra te sea leve.

[1] Quino, 10 derechos fundamentals de los niños: https://www.unicef.org/lac/historias/10-derechos-fundamentales-de-los-ni%C3%B1os-por-quino