Caravana y vigilia solidaria por los migrantes venezolanos atrapados en la frontera sur

Por: Billy Navarrete, Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos

El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, en conjunto con más de una docena de organizaciones de derechos humanos de la población en situación de movilidad humana, especialmente venezolana, que trabaja en Guayaquil y en Huaquillas, realizó una caravana y vigilia en solidaridad con los caminantes venezolanos que se encuentran en el desamparo y atrapados en la frontera sur, concretamente en el cantón Huaquillas.

Este fenómeno de crisis humanitaria se agudiza luego de la militarización de la frontera sur dispuesto por el Gobierno del Perú a propósito del tráfico ilegal de personas, especialmente venezolanas. Consideramos que esta militarización tiene poca efectividad en relación a detener ese ánimo y ese deseo de la población venezolana que ha venido caminando desde Colombia, atravesando Ecuador y con expectativas de llegar al Perú.

Además, consideramos que esta situación debe de ser atendida en términos de crisis humanitaria y observar que se necesitan condiciones mínimas para el acogimiento. Se estima que la población sea de unas 400 personas, que al menos en Huaquillas se encuentran atrapadas y desamparadas, no posee acceso ni a baterías sanitarias, tienen acceso restringido a alimentación; y entre ellas se incluyen a personas de los grupos de atención prioritaria como son mujeres embarazadas, niños, niñas y adolescentes e incluso adultos mayores.

El objetivo de esta caravana es llamar la atención para que el gobierno y los organismos humanitarios articulen una atención concreta, efectiva y urgente para atender a estas familias que se encuentran en Huaquillas. Por ese motivo, el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, CPDDH, hizo un centro de acopio de alimentos, de artículos de bioseguridad y de medicina que fue llevado hasta Huaquillas el martes 9 de febrero; a las 9 de la mañana hubo una reunión con autoridades del cantón y se coordinó la entrega de esta ayuda en contacto con medios, en la tarde y noche se desarrolló la entrega y la vigila.

Lo que se intentó con esta vigilia fue acompañar de forma presencial, obviamente con los cuidados de bioseguridad y distanciamiento físico, a estas personas que se encuentran en el desamparo. Esta es una acción simbólica de solidaridad, que en esta ocasión involucró especialmente a la población de Guayaquil y de Huaquillas; pero la idea es también ir extendiendo este mensaje a otras localidades que están recibiendo a esta población que se acumula, en un cuello de botella a propósito del cierre de fronteras y la militarización de la frontera sur por parte del Gobierno del Perú.