Tierra de nadie o Tierra de unos pocos

Faltan pocas semanas para que el periodo de gobierno de Lenin Moreno termine, y al parecer, el primer mandatario ha decidido simplemente sentarse y esperar, apareciendo únicamente para cosas tan importantes como felicitar al ganador de su reality show favorito. Y toda esta pasividad e inactividad está solapada bajo un manto de silencio de los grandes medios de comunicación. Los periodistas de investigación, tan incisivos en ocasiones, esta vez han optado por callar y no comunicar.

Mientras estamos distraídos con el circo de la política, profusamente difundido por los medios tradicionales, ya sea con los pedidos de reconteo de Yaku Pérez, los intentos desesperados de Lasso por captar el voto joven (¡si hasta contrató al asesor estrella de Hervas!) y la falta de propuestas propias y concretas de Arauz (quien va a explorar el Yasuní sin dudarlo, pero a quien Correa denomina ecologista, animalista y feminista) muchas otras cosas están pasando o dejando de pasar en el país.

Ya nadie habla en la TV de la masacre de setenta y nueve personas en nuestras cárceles. Suceso que delata un sistema de rehabilitación obsoleto y con continuos recortes presupuestarios. Simplemente todo se quedó en echarle la culpa a otro sin asumir la propia, la Función Judicial a la Asamblea, la Asamblea a la Presidencia y la Presidencia a Correa, y al final, todo permanece igual.

Ya nadie reclama en las radios la presunta corruptela del ex ministro de salud, quien escapó a Miami, mientras la lista de vacunados contra la Covid-19 permanece en secreto, pese a que debería ser una política pública, tampoco se escucha ya nada sobre la vacuna para su mamita, el ofrecimiento de vacuna a rectores universitarios y la vacuna a ciertos periodistas a cambio de su silencio cómplice.

Ya nadie comenta en las redes sociales de la Presidencia, ni en los grandes medios de comunicación, acerca de la supuesta llegada de las vacunas. Todo esto mientras nos encontramos en último lugar de los países en Latinoamérica. Tan negligentes hemos sido, que Chile, país con ya 4 millones de vacunados y 35 millones de vacunas prepagadas, nos donó 20 mil. Además, nadie cuestiona el turismo de gobierno en plena crisis económica, pues de nada sirvieron los viajes de negociación a Washington, y de paso vale la pena recordar, también al Vaticano.

Tampoco se ha vuelto a escuchar de las altas tasas de embarazo adolescente, de la penalización a las mujeres que abortan, de los despidos masivos de servidores públicos, de la crisis económica de miles de negocios y de familias, de la falta de resultados en la persecución de los involucrados en el robo de millones de millones de dólares durante el correato, de la crisis del IESS, de los recortes presupuestarios a derechos sociales, de la represión ciudadana durante las protestas, seguido de un largo etcétera de asuntos relevantes.

Ecuador es una tierra de nadie o más precisamente una tierra de unos pocos. Son ellos quienes nos mantienen distraídos, adormecidos e incomunicados. Depende de nosotros reaccionar y darle la vuelta al resultado.