Abejas y fipronil una mala ecuación

Es indispensable recordar que las abejas son el ser más importante para la vida, ya que polinizan a las plantas, lo que permite que estas se reproduzcan, gracias a ello tenemos alimentos vegetales para los seres humanos, así como para animales herbívoros, y estos últimos a su vez son alimento de otras especies (incluida la humana). En síntesis, las abejas sostienen la cadena alimenticia.

Hace un par de días los medios de comunicación de Colombia reportaron la muerte masiva de estos animales en varias partes del país, se calcula que en los dos últimos años murieron alrededor de 80 millones, pero, otras fuentes indican que entre 2016 y 2020 la fatalidad fue de 64.000 colmenas (16.000 al año), y si contamos que cada colmena se compone de 80.000 individuos, se obtiene que murieron alrededor de un billón de abejas.

La causa: envenenamiento producido por productos que contienen como ingrediente activo fipronil, un insecticida usado principalmente en cultivos de maíz, girasol, aguacate, café, cítricos y pasifloras. 

¿Y por qué debería alarmarnos algo que ocurrió tan relativamente lejos? Veamos:

Resulta que el fipronil fue prohibido en 2013 por la Unión Europea, justamente por sus devastadores efectos en las abejas y otros polinizadores, así como por la contaminación de huevos de gallina y sus derivados. Pero en Colombia solo se tomó en serio la amenaza por una acción judicial presentada en 2018 y fallada en diciembre de 2019, que obligó al ICA a investigar la causa de esta tragedia ecológica. Y solo hasta el pasado 2 de marzo de 2021 se emitió una resolución para suspender su uso temporalmente.

Entonces, al dar un vistazo por Internet para averiguar por las medidas de protección de las abejas en Ecuador, así como ver qué han dicho los medios de comunicación ecuatorianos, se obtiene un rampante y preocupante silencio. No hay nada en el país. Nadie sabe nada. Y lo peor, se encuentran varias publicaciones de venta y comercialización libre de productos que contienen dicho agrotóxico. 

Es urgente y vital que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (@AgriculturaEc) tome cartas en el asunto, pues de lo contrario el país estará sumido en muy corto tiempo en una crisis alimentaria, que se sumará a la crisis económica que atraviesa el país. No sigamos el mal ejemplo de nuestros vecinos que, contando con la experiencia e investigaciones de la Unión Europea, se tardaron siete años en hacer algo.