Los Defensores de la Naturaleza en peligro pero en pie de lucha

El 15 de junio se realizó en Quito la mesa de Defensoras y Defensores de la Naturaleza que han sido amenazados y criminalizados, por su lucha a favor de la naturaleza y en contra del extractivismo. Allí, la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos presentó un informe sobre 22 casos donde se denuncia que 449 personas sistemáticamente han sido amenazadas y perseguidas por la defensa de sus territorios. 16 de los casos tienen que ver con la explotación minera.

Josefina Tunki es la presidenta del Pueblo Shuar Arutam y representa a 12 mil habitantes de la cordillera del Cóndor, en la provincia de Morona-Santiago, usa su vestido tradicional y anda descalza. La mayor parte de este territorio ha sido concesionado a empresas mineras canadienses y chinas. La transnacional china EXSA está explotando a cielo abierto el oro y el cobre, desde julio de 2019.

Josefina explicó que en ninguno de los proyectos que se desarrollan en sus territorios hubo consulta previa, libre e informada a los pueblos indígenas que en ellos habitan, como lo establece la Constitución del Ecuador. También denunció haber sido amenazada de muerte telefónicamente junto con su colaboradora de comunicación, Tania Laurini, esto por un funcionario de la empresa Solaris. Esta denuncia es investigada por la Fiscalía.

Josefina también reveló que su cuenta de Facebook y la del dirigente de comunicación Eddy Nawech fueron hackeadas en el 2020 y que en ese mismo año la Fiscalía ordenó el allanamiento contra el dirigente de educación Shirap Natip, recibiendo él y su familia agravios físicos y verbales. Luego, la misma Fiscalía reconoció haber inculpado injustamente de delitos sexuales al dirigente y retiró la acusación en su contra.

Para Josefina, su pueblo no ha recibido ningún beneficio por la explotación minera. Señala que la vía se encuentra destruida y que las escuelas y comunidades no tiene internet. La comunidad de Maikuants, donde está la sede de su organización, fue militarizada en noviembre de 2020 por pedido de la empresa Solaris, que solicitaba protección ante posibles amenazas de los indígenas.

Pero, para ella lo peor es que su pueblo está dividido, porque hay exdirigentes de la organización que ahora son partidarios de la minería. Estando en Quito, va a solicitar una audiencia con el presidente Guillermo Lasso e irá a hablar a la oficina de cada funcionario donde sea necesario, porque no se cansa de caminar descalza como lo ha hecho durante toda su vida en la selva.