Algunos consejos para reconocer a un mal comunicador

Desde el Colectivo PRODH siempre hemos reconocido la importancia del derecho a la comunicación, su relación íntima con la libertad de expresión, y lo vital de estos dos derechos para garantizar, respetar y promover otros derechos. Así también, todas y todos quienes formamos parte de este colectivo entendemos que ejercer un derecho implica también saber ejercerlo bien, con responsabilidad y respetando a terceras personas. 

Por esta razón, aquí les damos algunos consejos a quienes nos leen y escuchan para saber reconocer un mal comunicador y, por ende, una mala comunicación:

  1. No investiga y no se prepara para hablar o escribir sobre los temas que comunica. Improvisa, no da datos, se jacta y enorgullece de su ignorancia, incluso miente.
  2. Se aleja de la realidad, no se informa de numerosas y diversas fuentes. En su facilismo no verifica, ni contrasta la información que difunde. 
  3. Da sus opiniones como hechos, pues entiende que su opinión es la única que importa y vale. Plantea un solo lado de las cosas y hace de menos todas lo demás posturas.
  4. Comunica desde el privilegio, no quiere entender y menos empatizar con otras personas, otras formas de pensar y otras formas de sentir. Considera enemigos o adversarios a quienes son distintos y piensan distinto, los descalifica.
  5. No sale de su zona de confort, es arrogante, sigue comunicando como siempre lo ha hecho. Toda crítica o propuesta de cambio que no le es familiar y favorable le genera rechazo.
  6. Es funcional al grupo al que pertenece, los intereses que representa y respalda y es acrítico. Hace burla y mofa de luchas y conquistas sociales que no comprende.
  7. No sabe callar, no reconoce que existen temas sobre los que no entiende o no sabe, y no deja que otros que sí tienen esos conocimientos puedan comunicar.
  8. Crea polémica donde no existe, es sensacionalista y amarillista, ve a sus entrevistados y a quienes forman parte de sus reportajes como objetos, medios y no como personas. 
  9. Oculta, magnifica o invisibiliza los hechos dependiendo de si le favorecen. Busca rating y no dar información a la audiencia. Por tanto, tampoco considera a su público como personas merecedoras de respeto.
  10. Finalmente, no se responsabiliza de sus criterios vertidos al aire, no reflexiona, no recapacita, no reconoce errores, por tanto, no aprende y repite sus errores.

Habrá algunos comportamientos que escapan de esta lista, pero en todo caso, esperamos que estos le permitan afinar sus sentidos y le sirvan para no caer en las sucias prácticas de intolerancia y desinformación de estos personajes, que comunican mal y que incluso pueden llegar a difundir odio.