Por: Cristian Borja Calahorrano, Ola Stereo Cumandá, 101. 5 FM
La escalada en los precios de los combustibles y los alimentos ocurre en el contexto de una inflación rampante que afecta a todo el mundo, impulsada principalmente por la guerra en Ucrania y los efectos económicos que ha dejado la pandemia de covid-19.
Tanto se ha disparado el valor de los alimentos en el mundo que organismos internacionales han advertido sobre un aumento del hambre en los países más pobres. A nivel mundial, el hambre alcanza ya a 193 millones de personas.
El valor de los aceites vegetales ha aumentado 46,5% en los últimos 12 meses en el mundo, según informa el Índice de Precios de los Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
La situación es compleja porque han confluido varias causas para el aumento actual de los precios, más allá de las sequías que han estado afectando la producción global. Por un lado, la salida de la pandemia incrementó el consumo de aceite, y la guerra en Ucrania disminuyó la oferta; mientras que el tercer factor consiste en el aumento de la demanda de aceites vegetales para usarlos en la industria de los biocombustibles.
Unos 40 millones de personas se sumaron en un año al colectivo global que sufre inseguridad alimentaria aguda, alerta el Informe Global sobre Crisis Alimentarias 2022. En América Latina y el Caribe, 12,7 millones padecen el flagelo. Las agencias de la ONU piden abordar las raíces de este problema creciente y alarmante.