Por: Diocles Zambrano
En menos de veinte y seis días se han producido cuatro derrames que han envenenado el suelo y el agua de los pobladores. La empresa petrolera estatal no se hace responsable, por el contrario, se esconde y descalifica a quienes protestan y denuncian estos sucesos.
El 14 de abril de 2022 se produjo un derrame de petróleo de la tubería de uno de los pozos de la estación Payamino y llegó hasta el estero Añango, en la comunidad Los Vencedores, de la parroquia Armenia, Cantón Francisco de Orellana, provincia de Orellana. Este derrame afectó el rio Payamino, que es de donde se realiza la toma de agua para la ciudad del Coca, afectando así el derecho humano al agua de toda la población de esta ciudad.
Por su parte, el 5 de mayo de este año, se volcó un tanquero de la empresa COOTRANSP, el cual transportaba diésel para la compaña Petroecuador. Dicho tanquero cayó en el rio Tiguano, causando el derrame de más de 5.000 galones de diésel, de los 10.000 galones que transportaba. Según declaraciones de funcionarios de la empresa remediadora, se recuperó una parte del combustible, el resto se dirigió aguas abajo por el rio Tiguano, el mismo que desemboca en el rio Tiputini y luego se dirigió al Parque Nacional Yasuní.
El 10 de mayo, se produjo otro derrame de petróleo, causado por el rebosamiento de una piscina de crudo que queda dentro de la plataforma de la estación Pindo Central. El petróleo fue a caer en un estero sin nombre, el que luego desemboca en el Rio Rumiyacu, en la comunidad Pindo Rumiyacu de la Parroquia Dayuma, del Cantón Francisco de Orellana, Provincia de Orellana.
El 11 de mayo, el derrame de petróleo fue en el barrio Sindicato de Choferes, en el cantón Joya de los Sachas, provincia de Orellana. Según moradores del sector, se produjo un caliche en una tubería que pasa por este barrio, afectando a varias familias.