Sonia Rodriguez Jaramillo, CEPAM Guayaquil
Aún resulta incomprensible que, a María Belén Bernal, la mato su esposo, un policía, dentro del cuartel de policía en medio de policías y de aspirantes a oficiales de policía y que nadie la ayudara, a pesar de escuchar los gritos pidiendo auxilio.
Debemos hablar, cuestionar la violencia de género, hagámoslo en la casa, en el barrio, en las instituciones educativas, de salud, en todo lugar donde podamos generar reflexión y cambios. Aún seguimos transmitiendo el mensaje “en asuntos de pareja no hay que intervenir”, es falso que es privado, que ellos lo resuelven, que se arreglarán, puede terminar en un feminicidio.
Si en un cuartel de policía mataron a María Belén, en otro caso, en otra ciudad, otro policía agrede salvajemente a otra mujer, cuan indefensas están las mujeres en sus barrios, en su casa, en su trabajo, en las instituciones educativas. Exijamos a las autoridades que formen policías para cuidar, proteger, no violentos, no machistas, no abusadores del poder especialmente contra las mujeres.
Por eso hablemos, aclaremos, eduquemos a las nuevas generaciones sobre la violencia de género, que sepan que no es natural, se trata de machismo y mata. Es posible el cambio hagámoslo.