Cristian Roberto Borja Calahorrano (Emisora Ola Stereo Cumanda 101. 5 FM)
La salud es un derecho que garantiza el Estado, cuya realización se vincula al ejercicio de otros
derechos, entre ellos el derecho al agua, la alimentación, la educación, la cultura física, el
trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir.
La Corte IDH estima que la salud es un derecho humano fundamental e indispensable para el
ejercicio adecuado de los demás derechos humanos. Todo ser humano tiene derecho al disfrute
del más alto nivel posible de salud que le permita vivir dignamente, entendida la salud, no sólo
como la ausencia de afecciones o enfermedades, sino también a un estado completo de bienestar
físico, mental y social, derivado de un estilo de vida que permita alcanzar a las personas un
balance integral. El Tribunal ha precisado que la obligación general se traduce en el deber
estatal de asegurar el acceso de las personas a servicios esenciales de salud, garantizando una
prestación médica de calidad y eficaz, así como de impulsar el mejoramiento de las condiciones
de salud de la población.
Para efectos de las prestaciones médicas de urgencia, los Estados deben garantizar, al menos,
los siguientes estándares: a) Respecto a la calidad, se debe contar con la infraestructura
adecuada y necesaria para satisfacer las necesidades básicas y urgentes. b) Respecto a la
accesibilidad, los establecimientos, bienes y servicios de emergencias de salud deben ser
accesibles a todas las personas. c) Respecto a la disponibilidad, se debe contar con un número
suficiente de establecimientos, bienes y servicios públicos de salud, así como de programas
integrales de salud. d) Respecto de la aceptabilidad, los establecimientos y servicios de salud
deberán respetar la ética médica y los criterios culturalmente apropiados. Además, deberán
incluir una perspectiva de género, así como de las condiciones del ciclo de vida del paciente. El
paciente debe ser informado sobre su diagnóstico y tratamiento, y frente a ello respetar su
voluntad.