Por gestiones locales que promuevan los derechos humanos

Hace pocos días elegimos en Ecuador nuevas autoridades locales que estarán en funciones cuatro años. Pese a que el gobierno central tiene severos cuestionamientos sobre el avance en materia de derechos humanos auguramos que éstos puedan garantizarse ampliamente a nivel territorial de la mano de las nuevas administraciones.

Entonces, tal vez la primera tarea sea fortalecer los conocimientos y capacidades de las nuevas autoridades locales, así como actores sociales en territorio sobre derechos humanos. De esta manera sería posible promover enfoques, prácticas, diseño e implementación de políticas públicas que permitan tanto la promoción como la garantía de los derechos humanos.

Los gobiernos locales por su condición de cercanía a los territorios son quienes pueden identificar con mayor claridad las necesidades de las poblaciones diversas y desarrollar estrategias y mecanismos con mayor eficacia y oportunidad.

Entre los desafíos para las nuevas administraciones está armonizar normativa local con el marco nacional e internacional de derechos humanos, tener apertura para la creación y funcionamiento de espacios participativos tanto para diagnósticos como diseño y evaluación de política pública local, ampliar la difusión de los derechos humanos en particular de grupos de atención prioritaria, así también fortalecer las redes de trabajo a todos los niveles, tanto con sociedad civil como con autoridades a nivel nacional y de todas las funciones del estado. La academia también puede acompañar estudios, investigaciones y análisis de los alcances e impactos favorables de gestiones municipales y provinciales con un enfoque de derechos humanos.

En gran medida una ejemplar implementación de políticas públicas a nivel local puede empujar al gobierno central a asumir también la responsabilidad de la garantía de los derechos humanos. También es fundamental que el enfoque de trabajo en derechos humanos se aplique en la elaboración de presupuestos, que pueden ser construidos también de forma participativa, además en la asignación presupuestaria para actividades y programación a mediano y largo plazo de la promoción y difusión de los derechos humanos, sería ideal que estos compromisos sean elevados a nivel de ordenanzas y otras normativas locales para que sean permanentes, más allá de la gestión de turno. En la administración de fondos, las organizaciones de sociedad civil pueden ser grandes aliados.

El enfoque de derechos humanos además puede incluirse en otros aspectos de la administración local, por ejemplo, en los trabajos de espacio público e infraestructura, caminos, carreteras. Es posible incluir en este trabajo visiones y reflexiones sobre cómo hacer espacios públicos accesibles e inclusivos y cómo articularlo a dinámicas culturales libres de discriminación y que fortalezcan elementos propios de la identidad y la cultura.

Instancias como la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas (AME) podrían propiciar la actualización de agendas locales o regionales de derechos humanos, que además permitan conocer experiencias exitosas y lecciones aprendidas que puedan compartirse entre las autoridades. Es el momento de contar con liderazgos político-locales en favor de los derechos humanos, donde el centro del desarrollo de los territorios sea el bienestar de las personas.