Numerosos medios de comunicación, periodistas y “opinólogos” se han ocupado las últimas
semanas en afirmar que, en caso de que gane el SÍ en la consulta popular para defender el
Yasuní el país perdería varios millones de dólares en explotación petrolera. Incluso llegan al
fatalismo de afirmar que ello pondría en peligro la dolarización. Y convenientemente se
olvidan de señalar que el Yasuní es el lugar más biodiverso del planeta, y que lo habitan
pueblos no contactados. Dicen cosas semejantes sobre la consulta popular para defender el
ecosistema único del Choco Andino amenazado actualmente por varias concesiones mineras.
Estos “opinólogos” que apuestan por el no en la consulta, sin más se presentan como
neutrales y objetivos en distintos espacios de comunicación, pese a que muchos de ellos son
empresarios, representan o tienen intereses en empresas mineras e hidrocarburíferas. Es
lamentable que igual participación para opinar públicamente no le es otorgada a quienes están
a favor de la consulta. Los defensores del “sí” son descalificados. Se les llama ilusos ecologistas
que no entienden de la vida ni de la economía. Por ejemplo, el actual ministro de Energía y
Minas dijo que “no se puede vivir del aire, de los pajaritos y reptiles…”.
Los opinólogos del no, ellos sí alejados de la realidad de las personas, señalan sin ninguna base
o sustento que votar por el SÍ en las dos consultas es lo irresponsable, pues no se piensa en los
efectos económicos; y que quienes plantearon la consulta popular no proponen ninguna
alternativa económica. Desde el PRODH le vamos a dar argumentos claros de la mano de los
datos recogidos por los Yasunidos.
Primero. La milagrosa cifra de los 1000 o 2000 millones de dólares para el país es falsa. Lo que
se extraería del bloque 43, único sobre el que versa la consulta del Yasuní alcanzaría la cifra de
153 millones. Y eso sin contar pasivos, costos ambientales, limpieza por derrames y el juego de
la oferta y la demanda. Además, las ganancias de este bloque representarían apenas un 0.5%
de ingreso al presupuesto general del estado. Estas son las cifras reales sin desconocimiento,
ni exageraciones mal intencionadas.
Segundo. Sí existen propuestas económicas alternativas. Lo que pasa es que estas afectan los
bolsillos personales de quienes más tienen. Propuesta 1) Reducir las exoneraciones tributarias
vigentes desde el 2014, que benefician al 10% de los más ricos, y que han alcanzado 6338.6
millones de dólares según cifras del SRI. 2) Electrificar el transporte público. El Banco Central
del Ecuador calcula que nos ahorraríamos alrededor de 3000 millones de dólares en subsidios
de combustibles fósiles. 3) Luchar contra la evasión de impuestos. Según la CEPAL esta alcanza
los 7000 millones de dólares al año. 4) Cobrar la deuda impaga de 1990 millones a los primeros
500 deudores del SRI. 5) Renegociar las tarifas con las grandes empresas telefónicas lo cual de
realizarse bien implicaría cuantiosos recursos para el Estado. 6) Aprovechar y potenciar el
turismo responsable de todo lo que justamente conservaremos. Nuestra biodiversidad es un
potencial inexplorado e invalorable.
Sobra decir que el dinero lo podemos encontrar en muchas partes, pero lo que no vamos a
encontrar son ecosistemas únicos e irremplazables como el Yasuní y el Choco Andino, y toda la
vida vegetal, animal y humana que allí habitan. Por eso este 20 de agosto votemos sí en todo
el país por la consulta sobre el Yasuní y en la provincia de Pichincha también votemos sí por el
Choco Andino.