El consumo de males que alienta el decreto nocivo 645 de Guillermo Lasso

Hugo Dávila, PRODH

El 10 de enero de 2023, Guillermo Lasso redujo los impuestos a consumos especiales a cigarrillos, bebidas alcohólicas y azucaradas, fundas plásticas y armas de fuego. Varias organizaciones relacionadas al ámbito sanitario y social presentaron una acción de protección contra el nocivo decreto 645. En audiencia exprés, el juez Renán Andrade Castillo, emitió su fallo negando la acción de protección, argumentando que dicho decreto no vulnera ningún derecho.

Jerónimo Ibarra, técnico del Instituto de Investigaciones Económicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, señala que el consumo de males, como se conoce en literatura económica y que corresponde al consumo de tabaco, alcohol, bebidas azucaradas y fundas plásticas, genera bienestar inmediato en las personas que los consumen, pero en el largo plazo tiene efectos negativos sobre la salud, relaciones interpersonales y medio ambiente.

Algunos ejemplos de consumo de males son: tabaco (vinculado con problemas respiratorios y diversos tipos de cáncer), alcohol en exceso (relacionado con siniestros de tránsito, problemas de violencia y salud pública), bebidas azucaradas (asociadas con enfermedades crónicas como obesidad y diabetes) y las fundas plásticas que contaminan el agua, los suelos y deterioran los ecosistemas.

El consumo de males genera costos económicos considerables y no esperados para la sociedad. Estos efectos colaterales no solo afectan a los individuos que los consumen, sino a toda la sociedad, por ejemplo: pérdida de ecosistemas vitales, incremento en los costos de operación de los sistemas de salud, escasez de servicios públicos de salud por saturación, entre otros.

El consumo de males impacta con mayor intensidad a personas con menores ingresos, quienes consumen más males, lo que aumenta las brechas de desigualdad, pobreza, inseguridad y degradación ambiental. Alzar los impuestos a productos que generan males, no solo incrementa la recaudación, también desincentiva el consumo de males, lo que beneficia a la sociedad en su conjunto. Existen informes del Ministerio de Salud Pública que respaldan los efectos positivos del alza de impuestos a productos que generan males.

Antes del decreto 645, Ecuador se encontraba entre los países con mejor desempeño en la lucha contra el consumo de tabaco, junto con Nueva Zelanda, Reino Unido, Canadá, entre otros.