Por: Paula Jumbo
En el artículo 47 de la Ley Orgánica de las discapacidades se estipula lo siguiente: “El Estado garantizará políticas de prevención de las discapacidades de manera conjunta con la sociedad y la familia procurará la equiparación de oportunidades para las personas con discapacidad y su integración social” Es así que el viernes 13 de octubre de 2023, en la biblioteca física de la Defensoría del Pueblo se dio espacio para hablar, escuchar e interpretar, cada una de las ponencias. El tema a tratar fue: derechos humanos de las personas con discapacidad y la obligación de implementar la Convención sobre derechos humanos de las personas con discapacidad, teniendo como objetivo concienciar y sensibilizar sobre lo que es el respeto y la garantía de los derechos humanos de las personas con discapacidad.
Así se dio paso a la primera ponencia a cargo del doctor Miguel Chimborazo, Delegado Provincial de Pichincha, en representación del doctor César Córdoba, Defensor del Pueblo de Ecuador. Explicó que esta convención plantea un cambio de paradigma porque se reconoce que la discapacidad es un concepto que evoluciona como resultado de la interacción de las personas con diferencias. La falta de consideración y respeto hacia las personas con discapacidad han registrado casos como: tratamientos médicos no consentidos como la esterilización forzada en mujeres, negación del derecho a la propiedad, desarrollo en labores no escogidas con libertad, negación a disponer de una remuneración justa de trabajo, falta de interpretación en la lengua de señas en todas las áreas de la sociedad. Sin duda, todo contrario a la dignidad humana.
La segunda ponencia estuvo a cargo de la doctora en Derecho Aide Peralta Zambrano, magíster en derechos humanos, especialista tutelar 3 del mecanismo nacional para el monitoreo de las personas con discapacidad y autora del documento mencionado. Aide compartió su gratitud por compartir el espacio de reflexión y mencionó que la elección de la biblioteca para la presentación del artículo, fue porque es un artículo que se escribió como una iniciativa de la Defensoría del Pueblo, en la obligación por generar conocimiento y reflexión. Además, de ser una biblioteca que ofrece un amplio aporte de libros físicos y digitales y que ha sido reconocida a nivel internacional.
Pero, ¿de qué trata el artículo? Nos cuestiona Aide. Derechos humanos y convención. Se expresa que existen tres modelos tomados de Agustina Palacios, Doctora en Derecho. Primero: modelo de trascendencia. La discapacidad como un castigo de los dioses. Segundo: modelo de rehabilitación. La discapacidad a partir de la salud o la enfermedad, sólo se puede aportar a la sociedad siempre que sean rehabilitados o normalizados. Tercero: modelo social o de Derechos Humanos, el cual, tiene como fin eliminar barreras para que las personas con discapacidad dejen de ser cosas y se les considere personas en todas las áreas de la sociedad.
Menciona Aide de que en Ecuador se está viviendo un proceso de transición entre el modelo rehabilitador y el modelo social, representando un reto para reconocerles a las personas con discapacidad dentro de la legislación nacional y en todas las instancias.
Explica que la lengua de señas fue incluida en el año 2012 ya que en el siglo XIX se negaba a las personas con discapacidad como sujetos de derechos humanos:
“Pero la Convención sobre Derechos Humanos de las personas con discapacidad llega para cambiar el paradigma y nos dice, no, no, no, no, no nos vamos a entender más la discapacidad desde la enfermedad y desde la persona, lo que ahora vamos a hacer es entender la discapacidad desde el modelo social o de derechos humanos, es decir, la discapacidad está en la sociedad, quien tiene que hacer los cambios y los ajustes es la sociedad. Y en este sentido debe entenderse que la discapacidad existe solamente cuando hay una deficiencia, más una barrera, deficiencia más barrera impide ejercer los derechos de las personas, solo en este momento estamos frente a la discapacidad y por este motivo todas las instituciones… todo el Estado está obligado a eliminar las barreras que impiden a las personas ejercer los derechos humanos.
Seguido de Aide, se dio la presentación del tecnólogo en diseño gráfico, Rodolfo Minchalo, presidente de la FENACEN, la interpretación de lengua de señas empezó con la frase: “El silencio no define nuestra capacidad, las personas sordas tienen plena capacidad jurídica para alcanzar sus sueños y lograr un futuro brillante. Mencionó que sin duda han sido excluidos dentro de la sociedad y con el paso del tiempo esto ha generado impactos emocionales, pero a pesar de eso han seguido en el proceso de lucha. Hizo mención al artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que estipula: “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques”. Es así que como personas sordas tienen que ser reconocidas en igualdad de condiciones que el resto. También menciona que, en la Constitución de la República, artículo 47, numeral 11, se habló de las diferentes formas de comunicación incluyendo la lengua de señas. Expuso el artículo 1463 del Código Civil: “Toda persona es legalmente capaz excepto las que la ley declara incapaces. Son absolutamente incapaces los dementes, los impúberes y los sordomudos que no pueden darse a entender por escrito.
Rodolfo afirma, que si bien es cierto que no escuchan con sus manos pueden comunicarse, que no deberían ser vistos por lo que no pueden hacer, sino por sus capacidades, menciona, que el entorno es el discapacitante tal es así que de manera autónoma se han tenido que buscar a sus propios intérpretes, a pesar de que el Estado tendría que solventar los problemas de comunicación.
Para concluir los derechos humanos no deberían regirse por estatutos o leyes que los pongan en práctica, ni que nos autoricen de hacer uso de los mismos, estos son innatos de cada persona en el mundo y lo único que tenemos que hacer acerca de los mismos es aceptarlos, valorarlos y respetar, tanto nuestros derechos, como los de los demás.