La desigualdad contra las mujeres ha tenido históricamente una expresión muy clara en los medios de comunicación, tanto en las salas de redacción como en el liderazgo de los espacios editoriales y aún más en la tenencia de medios de comunicación, la presencia de mujeres ha sido reducida.
Ahora mismo los medios viven uno de los momentos más vertiginosos de cambio marcado por la digitalización de la comunicación que ha transformado los soportes de los medios, trasladando la difusión de los contenidos principalmente a las plataformas de redes sociales. En esta transición especialmente las mujeres han empujado la creación de medios digitales lo que ha transformado la geopolítica tradicional de los medios y su poder, sin embargo, las situaciones que enfrentan las mujeres en este nuevo escenario todavía mantienen las desigualdades.
La sostenibilidad es un tema complejo para los medios digitales, pues al no existir una cultura de pago por contenido y a la creciente demanda de las plataformas de redes sociales de pago por visibilidad, enfrentan un modelo de negocio que requiere de subvenciones y apoyos económicos que puedan cubrir la inversión en profesionales que realicen el trabajo periodístico, al ser escasos los recursos esto precariza el trabajo especialmente de mujeres que integran estos medios.
Se enfrenta diversos escenarios de inseguridad tanto en el ecosistema digital donde ataques, amenazas o desprestigio está a la orden del día, también a nivel personal se enfrentan cuadros de fatiga y deterioro de la salud mental por la exposición a persecuciones que han derivado en casos hasta el exilio o autoexilio para mantener la integridad. En otros casos los medios en sí han recibido amenazas sobre todo de entes estatales que no están abiertos al escrutinio de la gestión. El clima generalizado de violencia en la región y la demanda de este tema por su inclusión en la agenda periodística también hace cada vez más difícil la seguridad, especialmente para las mujeres.
Pero la violencia no solo está fuera sino también dentro de los medios. La investigación “Medios sin violencias : la urgencia de políticas de abordaje y prevención en América Latina” elaborado por la organización Comunicación para la igualdad de Argentina y publicada en agosto de 2024 ofrece datos muy decidores sobre este tema.
De 108 respuestas, de 95 medios de 14 países de América Latina se registraron 96 casos de violencia. El 75% dijo que conoce al menos un caso de violencia de género hacia periodistas. El 48% de lugares donde sucedieron las situaciones de violencia fueron los espacios físicos del trabajo (redacciones y estudios), un 27% en entornos digitales. La forma violencia predominante fue la violencia sicológica con un 65%, la verbal con un 65% y el acoso sexual con un 28%. Solo un 28% realizó denuncias. En el contexto digital los agresores on line son en un 31.5% del sector gubernamental y político, un 22% del medio periodístico y un 15% de sectores antigénero.
Aquí son vitales los roles de los sindicatos para el caso de medios grandes y en los medios más pequeños son importantes protocolos o políticas que enfrenten decididamente la violencia. También espacios de cuidado y autocuidado son fundamentales, así como políticas estatales que protejan el trabajo periodístico de las mujeres. Cuidemos a las mensajeras.