Gobernando a la improvisada

Suelen decir y con bastante acierto que el tener una buena capacidad para improvisar es una de las mayores cualidades que puede tener una persona. Por otra parte, la improvisación es una pésima cualidad en los gobiernos, y aquello es precisamente lo que ocurre con el actual presidente Daniel Noboa, quien ha basado su mandato en la improvisación, en lugar de en la planificación para abordar los grandes problemas que aquejan al país y que impactan en los derechos de las personas.

En materia de seguridad, donde se encuentra en juego el derecho a la vida, la integridad personal y libertad de las personas, las y los ciudadanos seguimos a la espera de conocer en qué consiste el famoso “plan fénix”, una política pública que debería ser de público conocimiento, discusión e incluso participación ciudadana. Este gobierno como otros anteriores solamente han basado su abordaje de la inseguridad en numerosos estados de excepción y subidas de penas en ciertos delitos. Aunque el gobierno afirma que la inseguridad y los delitos han bajado las estadísticas y la realidad señalan lo contrario.

En materia de educación pasa algo semejante, la mayor propuesta del gobierno ha sido la incorporación de la educación en valores. Sin embargo, hasta el momento no existe mayor claridad de qué implicará esta política y como será aplicada. De hecho, preocupa que la educación en valores quede reducida a meros actos simbólicos como cantar el himno nacional en las mañanas y medidas similares. Otro de los cuestionamientos es qué tanto la educación en valores puede aportar al derecho a la educación cuando existe un alto índice de analfabetismo, ausentismo y las escuelas y colegios muchas veces se encuentran en pésimas condiciones y con pocos docentes.

En salud un poco más de lo mismo, todas las semanas escuchamos pronunciamientos de médicos y pacientes que se quejan amargamente por las condiciones de los hospitales y centros de salud, la ausencia de personal médico y especialistas, la falta de medicamentos y los equipos de tratamiento y operación averiados desde hace bastante tiempo, mención aparte las deudas del gobierno con las empresas de diálisis. Preocupa ver la poca atención y planificación del gobierno con el derecho a la salud de las y los ecuatorianos.

En materia económica muchos seguimos preguntándonos dónde se refleja y hace visible el aumento del IVA, así también como los recursos económicos provenientes de constante alzas a la gasolina y por qué aunque se lo ofreció en su momento los grandes deudores de impuestos, entre los que se encuentra el Grupo Noboa, permanecen intocados. Parecería que la política del gobierno actúa con extrema dureza contra la clase media y baja y favorece únicamente a las clases altas, quienes incluso se favorecen de exenciones y perdones tributarios.

A las puertas de unas nuevas elecciones el gobierno deberá enderezar su rumbo de manera radical, gobernando sobre la base de una organización y planificación seria que parta de las necesidades y sobre todo de los derechos de la gente. No se puede seguir gobernando a la improvisada y viviendo únicamente del discurso y de la imagen.