La ludopatía y el auge de apuestas en línea en Ecuador: un problema de derechos humanos

Empecemos por entender qué es la ludopatía, también conocida como el trastorno de juego o juego patológico. Se trata de un problema de salud mental, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un trastorno del comportamiento, caracterizado por una necesidad incontrolable de jugar, sin importar las consecuencias negativas que pueda tener en la vida de la persona. Quienes la experimentan sienten una fuerte atracción hacia los juegos de azar, como las máquinas tragamonedas, las apuestas deportivas o los casinos, y tienden a perder el control sobre su comportamiento, aunque lo nieguen. Esto conlleva a problemas financieros, familiares, laborales y sociales.

Según expertos, se considera una adicción conductual. En palabras coloquiales, es una enfermedad. Esto porque el juego activa los mismos circuitos cerebrales de recompensa que las sustancias sujetas a fiscalización o el alcohol, y genera a la persona una sensación de euforia y placer, que básicamente la esclaviza, y se vuelve cada vez más difícil de controlar. Se trata por tanto de una afección a la salud mental, que cualquiera de nosotros puede sufrir, y que requiere tratamiento psicológico y médico.

Parecería algo muy lejano a nuestras vidas y familias, pero no lo es. En los últimos años, las plataformas de apuestas digitales han aumentado su operación en Ecuador de forma significativa. Aunque, en 2011 se prohibió en el país el funcionamiento de los casinos físicos, las casas de apuestas en línea han llenado ese vacío, proliferando sin una regulación clara y efectiva. En gran medida justamente por operar en internet, en plataformas internacionales, de fácil acceso, sin restricciones a personas de todas las edades y estratos sociales, y lejos del control gubernamental. 

Este trastorno afecta en particular a jóvenes y personas de bajos ingresos, a quienes atraen las promesas de dinero legal y rápido, pero que ignoran las nocivas consecuencias mencionadas. Esto se corrobora con las cifras del Ministerio de Salud, según el cual, se diagnosticaron en 2020 a 77 personas, en 2021 a 182, en 2022 a 105 y en 2023 a 82, es decir, 282 personas en los últimos 4 años. Esto sin contar a quienes aún no han sido diagnosticadas o han sido tratadas por servicios particulares de salud.

Tenemos entonces que la ludopatía está creciendo y que es un problema de salud pública, por tanto, un tema de derechos. De allí que deba interesarnos un mayor control en su publicidad, en especial en eventos deportivos como el fútbol, tal y como ocurre con el tabaco o el alcohol. Sin embargo, se observa con preocupación que una plataforma de apuestas deportivas auspicia, hasta 2027, a la Federación Ecuatoriana de Fútbol y sus diferentes torneos. Y según reporta el portal Primicias “12 de los 16 equipos de la Serie A de Ecuador son patrocinados por casas de apuestas deportivas.”

Si los juegos de azar causan problemas de adicción, si ya existe prohibición de publicidad y auspicios de determinados productos de sustancias adictivas y perjudiciales para la salud, nos preguntamos ¿por qué el gobierno y la Federación Ecuatoriana de Fútbol les dan un tratamiento diferente? ¿para cuándo tendremos la política pública integral? ¿cuándo se prohibirán estos auspicios y publicidad en eventos deportivos?

Hasta que se debata e implemente regulaciones que limiten el acceso a estas plataformas, especialmente a personas menores de edad y personas en situación de riesgo, invitamos a las empresas de apuestas en línea a asumir su responsabilidad social, a implementar mecanismos de autorregulación y protección a usuarios.