El racionamiento de energía eléctrica que sufre actualmente el país es en promedio de unas 10 horas diarias. El prolongadísimo estiaje ha provocado que el embalse de Mazar (y otros más) estén en su nivel mínimo, lo que impide prender las turbinas y generar electricidad. Como consecuencia no se puede satisfacer la demanda y se producen los apagones.
La energía eléctrica es fundamental para la mayoría de las actividades del ser humano. Sin electricidad no se puede desarrollar la economía ni generar el desarrollo y el crecimiento de una sociedad. Por eso, no solo es un servicio básico sino un verdadero derecho humano. La Constitución del Ecuador establece que lo eléctrico constituye un sector estratégico y que por lo tanto debe estar a cargo del Estado, excepto en casos excepcionales.
¿Cómo llegó el país a esta situación? El gobierno de Correa construyó varias centrales hidroeléctricas y aumentó notablemente la potencia eléctrica instalada. Sin embargo, como era lo común en su mandato, estas obras tuvieron grandes sobreprecios y la central Coca Codo Sinclair presenta errores garrafales de construcción (la obra aún no ha sido recibida). Se apostó por esta energía renovable y limpia pero casi no se desarrollaron otras fuentes de electricidad. No es conveniente poner todos los huevos en una misma canasta y ahora vemos las consecuencias, cuando el estiaje ha tomado una magnitud nunca antes vista, como consecuencia del cambio climático.
Luego vinieron los gobiernos de Moreno y Lasso, los cuáles no dieron cumplimiento al plan de desarrollo eléctrico. No solo dejaron de desarrollar nuevos proyectos de generación eléctrica (por ejemplo un proyecto privado de energía solar y otro de energía eólica duermen el sueño de los justos desde esa época) sino que descuidaron totalmente el mantenimiento de las centrales térmicas ¿No hubo recursos para esos gastos e inversiones? ¿O se dejó deliberadamente de construir nuevas centrales y de dar mantenimiento al parque térmico? ¿Simple negligencia o políticas deliberadas para colapsar al sector eléctrico y allanar el camino para su privatización? Dirigentes sindicales del sector y algunos expertos se inclinan por lo segundo.
Por otra parte, otros analistas y representantes de los sectores productivos claman por la privatización de la energía eléctrica, aduciendo la incapacidad del Estado de administrarla eficientemente. Algunos empresarios del sector están a la expectativa de eventuales privatizaciones para hacer pingües negocios.
A Daniel Noboa y su gobierno, les estalló la crisis eléctrica en las manos, les cogió en curva. Sin embargo, ya hubo una crisis en el gobierno anterior y no fueron capaces de aprender las lecciones y tomar las previsiones del caso. Fue más fácil acusar de sabotaje a su ministra de Energía, Andrea Arrobo, que hacer caso a sus advertencias. Después el gobierno estimó que habría un estiaje normal. De toda la energía adicional que finalmente el gobierno está contratando, a la fecha solo está operando la barcaza turca de 100 MW mientras que el déficit supera los 1000 MW. Y el estiaje sigue, casi no hay lluvias en el Austro. Mientras tanto, los negocios de barrio y familiares, las pequeñas y medianas empresas hacen malabares para poder seguir trabajando pero ya la crisis energética les está pasando una pesadísima factura no solo en forma de millonarias pérdidas económicas sino también en algo muy doloroso en el Ecuador, la pérdida de empleos.