Bienvenido marzo 2025. Finalizado el feriado por carnaval, los ecuatorianos y ecuatorianas retomamos la cotidianidad en medio de un mar agitado de novedades.
Destaca la noticia de la concesión (privatización) del campo petrolero Sacha, medida que según expertos trae perjuicios para el presupuesto nacional. Así, Marcela Reinoso Ex Gerente de Petroecuador sostiene que el campo Sacha genera 2 mil millones de ingresos al año y que este monto se reducirá a 200 millones al año como resultado de la concesión. Por otra parte, la ministra del ramo, sostiene que el campo Sacha es una joya oxidada. En medio de estas posiciones, ¿cuál es nuestra situación si el Estado resta sus ingresos?
Además, la violencia crece en los primeros meses de 2025. El promedio de muertes violentas subió a 25 por día, comparado con 19 en el mismo período de 2024, según el Observatorio del Crimen Organizado (OECO).
El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos registró 16 personas víctimas de desaparición forzada solo en la Costa. 9 personas, en la provincia de los Ríos, 4 personas en la provincia de Guayas y 3 personas en la provincia del Guayas. ¿Cuántas personas habrán desaparecido a nivel nacional? No sabemos.
Las víctimas de la violencia y la militarización crecen sin tregua. Entre las víctimas se cuentan a niños y niñas. En enero de 2025, según Diario Expreso, se registraron 45 menores de edad asesinados, lo que equivale a un promedio de 1.5 menores asesinados por día.
Frente a esta realidad, el riesgo está presente para todas y todos. Cabe preguntarnos, ¿Qué podemos hacer? La situación es crítica, con certeza que las acciones individuales que tomemos no serán suficientes.
Pero, estamos en una campaña electoral y en segunda vuelta previo a la elección del nuevo o nueva presidenta de la República.
Cada elección es hija de su tiempo, goza de características propias y exige de los candidatos respuestas a situaciones concretas. En esta ocasión, los candidatos a la presidencia deberían mostrarnos sus planes y explicarnos sobre sus propuestas para atender la crisis en la que estamos sumidos en Ecuador.
En este momento, es posible que el ejercicio de nuestro derecho a la participación a través del voto se constituya en el medio idóneo para que todas las personas convocadas a elegir presidente o presidenta elijamos una de las propuestas presentadas por los candidatos y que a futuro podamos exigir gestión y rendición de cuentas.
Cuando todos los derechos, la vida digna y la vida están en riesgo, quizá debemos responder desde el ejercicio de los derechos. Por eso, en abril votemos sabiendo que estamos llamados a elegir presidente porque somos parte de un Estado donde se reconocen nuestros derechoso y obligaciones, somos parte de una sociedad donde nuestras acciones repercuten en nuestras vidas y la de los demás, nuestras acciones u omisiones tienen consecuencias buenas o malas para todos y todas en Ecuador.