Los ataques de Israel en la franja de Gaza a partir de octubre de 2023 han producido cerca de 55 mil palestinos asesinados y 127000 heridos, 70% de ellos mujeres y niños, además de la destrucción del 85% de las viviendas y de la mayor parte de la infraestructura. La Corte Penal Internacional, agencias de la ONU y al menos 32 estados han acusado al estado de Israel de un genocidio contra el pueblo palestino.
Para el principal responsable de este genocidio, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no fue suficiente y ha decido también bombardear Irán. El 13 de junio, en complicidad con Estados Unidos, 200 aviones de Israel que fueron reabastecidos de combustible por aviones cisterna de Gran Bretaña atacaron la central nuclear de Natanz y mataron a los comandantes de la guardia revolucionaria de Irán y a varios científicos del programa nuclear.
Israel detesta a Irán porque apoya la causa de los palestinos, pero además desde hace tiempo lo ve como una amenaza por ser un estado musulmán poderoso e independiente, tal vez el único capaz de frenar el expansionismo sionista en Oriente Medio.
Según Israel, los ataques son de tipo preventivo y su objetivo es impedir que Irán avance en su programa nuclear y desarrolle bombas atómicas. Israel, que sí posee armas nucleares y nunca ha permitido, a diferencia de Irán, que se realicen inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica en sus instalaciones nucleares, pretende permanecer como única potencia nuclear en Oriente Medio. Israel quiere prohibir el enriquecimiento de uranio por parte de Irán, proceso que según este último sería para fines civiles y que lo utilizan 14 países a nivel mundial, incluidos Brasil e India.
Los ataques de Israel continúan e Irán ha respondido enviando misiles, incluido hipersónicos, y drones, algunos de los cuales han impactado en algunas ciudades hebreas. Ya se han reportado 24 muertos en Israel y 90 en Irán. Estados Unidos ha estado presionando a Irán para que suspenda sus planes nucleares, sin lograrlo. Entonces el socio de Israel ha aducido esta razón para entrar en el conflicto apoyando a su aliado y ya ha movilizado barcos, portaviones y aviones.
Sin embargo, el objetivo de Israel y Estados Unidos no sería destruir la capacidad nuclear de Irán sino derribar al gobierno de Irán, tal vez incluso si fuera necesario asesinando al líder supremo Alí Jamenei. Lo que nos trae a la memoria la invasión norteamericana a Irak supuestamente para eliminar las armas de destrucción masiva, cuya existencia nunca pudo ser comprobada, pero sirvió de pretexto a la primera potencia mundial para hacer una guerra en la que murieron dos millones de iraquíes y dejar al país completamente destruido.
Entonces, con el ataque a Irán, el plan de Israel, apoyado por Estados Unidos, sería convertirse en la única potencia dominante del Oriente Medio y someter a sus vecinos. Las repercusiones serían muy graves no solo a nivel regional sino global. Es una región clave donde se produce la mayor parte del petróleo del planeta. ¿Será el inicio de la tercera guerra mundial?