Mariela Rosero Revelo, Coordinadora Política de Mujeres del Carchi
En la frontera norte ecuatoriana existen varios pasos irregulares por donde transitan diariamente múltiples ciudadanos, todos y todas sometidos al pago de varios dólares por parte de los dueños de fincas aledañas a estos sectores, hasta llegar a Ipiales, Nariño Colombia.
De esta manera se incrementa la extorsión, el contrabando insostenible y por ende, el enriquecimiento de un grupo de hacendados de los sectores fronterizos. Hasta el momento, varias personas han sido víctima de asaltos, e incluso han fallecido al caer en uno de los ríos aledaños.
En esta frontera caliente no se respetan los derechos humanos, por ello es fundamental que las actuales autoridades tomen la decisión de abrir el paso a través del puente internacional de Rumichaca, y de esta manera evitar tanta extorsión, delincuencia e inseguridad, lo cual debe hacerse de manera progresiva, adoptando las medidas de protección necesarias por la pandemia.