Un balance desde el regreso a la democracia

Se cumple 40 años del retorno a la democracia. En nuestro país, no hay una democracia representativa plena sino limitada, ocupando el lugar 68 entre 167 países en la clasificación realizada por la revista británicaThe Economist. ¿Es la democracia representativa el mejor sistema de gobierno? Es un asunto discutible. De acuerdo con la Constitución, es el ideal de gobierno en nuestro país.

Para calcular el índice de democraciase toma en cuenta proceso electoral y pluralismo, funcionamiento de gobierno, participación política, cultura política y derechos civiles. Los puntajes de funcionamiento de gobierno y de cultura política en nuestro país son malos y los de participación política y derechos civiles son mediocres.En estos 40 años, el Ecuador ha pasado por crisis económicas, dolarización, inestabilidad política, protestas sociales, caídas de presidentes, escándalos de corrupción, exgobernantes presos y huidos, gobiernos que han oscilado entre el neoliberalismo de derecha y el populismo autoritario pasando por la socialdemocracia.

Destacan las protestas sociales y la resistencia contra el neoliberalismo y las imposiciones fondomonetaristas que empobrecían a las mayorías desde el gobierno de Hurtado. La movilización indígena en los 90 reclamando sus derechos se convirtió en el eje de las luchas populares. Afines de 1999, se produjo el feriado bancario que pulverizó la economía de millones de ecuatorianos, provocando la migración de otros tantos y dando paso a la dolarización que no logró salvar a Mahuad de su caída.El gobierno populista y grotesco de Bucaram tuvo corta duración. Los amarres descarados y medidas antipopulares le costaron el puesto. Gutiérrez, quien se decía de izquierda, pero antes de posesionarse decidió ser neoliberal. Lucio pactó el regreso deBucaram a cambio del apoyo del PRE en el Congreso, lo que provocó las protestas masivas y de larga duración sobre todo en Quito de los que él llamó “forajidos” quienes lograrían su caída. Tres gobernantes que no terminaron su mandato significaron la pérdida de credibilidad de los partidos políticos y las instituciones estatales y el descrédito del neoliberalismo, provocando un vacío que fue llenado por un nuevo populismo, dirigido por Correa.

El gobierno correista duró diez años y gozó de la mayor bonanza económica de la historia del Ecuador, fue tal el despilfarro y la corrupción que al final el país quedó endeudado y en franca crisis económica, eso sí con muchas obras de infraestructura, algunas innecesarias, sobredimensionadas, mal hechas y casi todas con sobreprecio: de ahí salió el dinero de la corrupción, ¡70 mil millones de dólares!Moreno, el sucesor, trató de desmarcarse de Correa, sobre todo en cuanto a sus actitudes autoritarias, pero demostró falta de imaginación y valentía para tomar medidas que permitan salir de la crisis, y optó por recurrir nuevamente al FMI. La crisis sigue, la economía está estancada y el desempleo y subempleo han alcanzado niveles récord.
Así como vamos, la democracia ecuatoriana seguirá siendo limitada. Hace falta mejorar la educación de la población que no solo es saber leer y escribirsino también desarrollar la capacidad de análisis. Hacen falta verdaderos partidos políticos que respondan a principios ideológicos y no a la voluntad de caudillos. Hace falta que los gobernantes no respondan a lógicas clientelares y sean estadistas. Hacen falta muchas cosas para que en el Ecuador haya una democracia plena.