Cristian Roberto Borja Calahorrano (Emisora Ola Stereo Cumanda 101. 5 FM
Según pronosticó el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), para 2030
las temperaturas globales podrían aumentar en al menos 1,5°C sobre los niveles preindustriales, y que los fenómenos meteorológicos extremos olas de calor, inundaciones y sequías se volverán más frecuentes e intensos. Sin recortes globales e inmediatos de las emisiones de CO2, el calentamiento podría llegar incluso a 2°C para fines de siglo, con temperaturas extremas en “umbrales críticos de tolerancia para agricultura y salud.
El cambio climático amenaza el disfrute efectivo de una serie de derechos humanos, que
incluyen los relacionados con la vida, el agua y el saneamiento, los alimentos, la salud, la
vivienda, la autodeterminación, la cultura y el desarrollo. Los Estados tienen la obligación de
defender los derechos humanos para prevenir los efectos adversos predecibles del cambio
climático y garantizar que aquellos a los que afecte, sobre todo los que estén en una
situación de vulnerabilidad, tengan acceso inmediato a recursos y medidas de adaptación
efectivos que les permitan vivir dignamente.
Frente a los desafíos que nos presenta la realidad del planeta se debe plantear un cambio
en el enfoque, tanto en la producción como en el consumo, buscando hacerlo tanto más
sostenible como amigable con el ambiente. El cambio climático interactúa con distintas
tendencias mundiales, como el consumo no sostenible, la creciente urbanización, las
desigualdades sociales, las pérdidas y daños provocados por los fenómenos extremos,
pandemia, todo esto pone en peligro el desarrollo futuro.