Piedad Ortiz
El pasado lunes 23 de mayo, decenas de comerciantes marcharon por las calles de Esmeraldas,
exigiendo medidas para garantizarles seguridad en su trabajo diario, puesto que en lo que va del año han sido afectados por asaltos, extorsiones y hechos violentos.
Esta marcha fue otro de los rostros de la crisis de inseguridad que vive la provincia y principalmente la ciudad de Esmeraldas, pese al estado de excepción decretado por el presidente de la república el pasado 29 de abril. Muchos locales comerciales están cerrando en secuencia, evidenciándose esto al transitar por las calles, donde las personas tratan de estar el mínimo posible y antes de las 19h00 ya no se ve a nadie. Desde la percepción ciudadana, las autoridades no están haciendo nada frente a la ola delictiva que ya suma más de 180 personas fallecidas, incluso en pleno estado de excepción. Desde varios colectivos sociales, el clamor es uno solo: retornar a la paz y la seguridad.
Juan Montaño Escobar, analista y escritor esmeraldeño, mencionó en un programa que se difunde a través de una red social, que quienes están tras esta ola de violencia, encontraron una sociedad a la deriva, con alto nivel de desempleo, con una juventud sin perspectivas y con uno de los más bajos niveles de escolaridad del país. Por ello propone, más allá de la acción policial, resolver los temas sociales y económicos que afectan principalmente a los jóvenes.