El Ecuador se enfrentará en los próximos meses a un nuevo proceso electoral, en este caso las y los ecuatorianos debemos elegir un nuevo presidente de la República y una nueva Asamblea Nacional, esto luego de que estos dos poderes del Estado largamente enfrentados hayan tenido que dejar sus labores ante el cúmulo de críticas y cuestionamientos por su desempeño como servidores públicos pero además por su pobre calidad ética y moral.
Las nuevas elecciones de representantes nos ponen ante una nueva encrucijada, y es que luego de ver los precandidatos a las distintas dignidades, es posible señalar que el remedio planteado podría ser igual o peor a la enfermedad.
Aquí desde el PRODH queremos manifestar ciertas preocupaciones y realizar ciertas observaciones que esperamos sean útiles para nuestros lectores y radioescuchas, esto por cuanto la calidad de nuestra democracia y buena salud del Estado de derecho guarda directa relación con el respeto, garantía y promoción de los derechos humanos. Así también, no olvidemos que el acudir a las urnas es un derecho político que debemos ejercer con gran responsabilidad por cuanto de aquello depende el destino del país a corto, mediano y largo plazo.
Una de las primeras preocupaciones que podemos realizar es la poca o nula identidad ideológica de nuestros partidos y movimientos políticos y por ende de sus candidatos, una democracia sana requiere de toma de postura seria y de diversas posiciones que planean ideas concretas al electorado. Así también es preocupante como la identidad ideológica de un partido político es fácilmente abandonada o traicionada si aquello sirve para ganar puestos y curules.
Otra de las observaciones que realizamos es que la lista de precandidatos está marcada por personajes ególatras que buscan la elección popular como un medio para satisfacer su necesidad de reconocimiento a manera de caudillos y la búsqueda de seguidores a cualquier costo, así también es notoria la presencia de políticos profesionales y mercaderes de la política que han hecho de las elecciones populares su modo y medio para ganarse la vida.
Otro punto preocupante es que tal como van las precandidaturas parecería que vamos a tener una larguísima papeleta llena de más de una decena de candidatos que han preferido el personalismo a la búsqueda de acuerdos y de ideales comunes. Lo curioso es que al mismo tiempo ese gran número de candidatos parecería irse convirtiendo en un club masculino y mayormente mestizo, esto en perjuicio de la participación de las mujeres y de la poca o nula representación de distintas diversidades.
Finalmente, un punto adicional a señalar, es que el populismo se hace presente en su máxima expresión mediante la búsqueda del voto fácil, explotando las preocupaciones del pueblo ecuatoriano en materia de seguridad con un discurso antiderechos y de mano dura. Es así que ya han asomado aspirantes a Bukeles y tiranos, abundan los mercenarios de la política cuyas posturas atentan contra la propia idea de democracia, derechos y Estado de derecho.
Desde el PRODH hacemos un llamado a que nosotros el pueblo tomemos las mejores decisiones, que nuestro voto se consciente e informado, y que no caigamos en la trampa de mercaderes, mercenarios, caudillos y aspirantes a tiranos. Nuestro presente y futuro depende de ello.