Informe alternativo sobre cumplimiento de la Convención sobre Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en Ecuador

Paula Jumbo

El día lunes, 11 de diciembre, se presentó el informe alternativo de seguimiento del cumplimiento del Estado ecuatoriano a la Convención sobre los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.

Para esto, se realizó un conversatorio presencial en el Hemiciclo de FLACSO, en Quito, el cual también fue transmitido vía on-line. Este evento se dio en el marco del día de la niña.

Este informe se ha ido desarrollando a través de diversos ejes temáticos que han abordado temas que giran en torno a la violencia, su prevención y erradicación. La elaboración del presente informe se dio bajo el liderazgo de Fundación Desafío, la cual cuenta con varios insumos que se han ido recolectando, y que se ha realizado a nivel nacional. 

Este informe se realizó con base al número de habitantes que presenta actualmente el país, considerando también la condición étnica. Sin embargo, existe un desbalance en las cifras de estudio correspondientes a pueblos y nacionalidades, en especial al pueblo afro ecuatoriano; considerándose un etnocidio estadístico.

Las cifras que se evidencian a partir del año 2022, muestra un aumento significativo de violencia en el Ecuador; en especial, se refleja la violencia de género que cada vez incluye más a niñas; así como a niños, quienes en ciudades como Guayaquil, un 64% de las familias han mostrado preocupación por el reclutamiento de niños y niñas para actividades de tipo delictivo.

Se reflejan también porcentajes para mujeres que han vivido algún tipo de violencia en el área rural, en ámbitos educativo, social y familiar. Esta crisis generalizada en el país es muy preocupante, pues, según datos de la Policía Nacional, el 2022, se cerró con la tasa más alta de homicidios: 26 crímenes por cada 100.000 habitantes, es decir 4.200 muertes violentas sólo en ese año; a comparación del año 2019 existe un aumento de 3.200 muertes anuales.

La violencia afecta a niñas, niños y adolescentes que también son víctimas de femicidio o que viven la escalada de violencia en sus entornos familiares, siendo víctimas colaterales que quedan en la orfandad, pues según los datos presentados entre enero de 2014 y septiembre de 2023, un total de 1648 niñas, niños y adolescentes han quedado en situación de orfandad.

En el presente año se han registrado 15 casos de femicidio a menores con armas de fuego. Sin embargo, el uso desproporcionado de las redes sociales y el avance tecnológico, influye de forma negativa para la reproducción de prácticas violentas en este espacio de interacción. Un informe presentado por el MINEDU, el 28 de septiembre de 2023, identifica que 4 de cada 10 adolescentes han enfrentado violencia digital como ciberacoso, hacking, contenidos nocivos o mal uso y difusión pública de información privada. Además de poner en riesgo su vida e integridad con retos virales o el alarmante grooming o creación de perfiles falsos que buscan agredir y acosar sexualmente.

La pobreza también es otro factor que influye en la violencia de tipo sexual, pues las condiciones para habitar en sus hogares son escasas, y deben convivir en los mismos dormitorios con otros familiares.

Así también se puede hablar del embarazo infantil y adolescente, temáticas que giran alrededor del aborto, la violencia sexual en el ámbito del extractivismo, entre otras prácticas violentas como también lo son la falta de información por parte del estado ecuatoriano o la asignación de recursos para programas de atención, prevención y ejercicio de derechos sexuales y reproductivos, una educación sexual integral que esté inserta en el sistema educativo, tanto para niñas, niños y adolescentes; así como para sus progenitores y familias en general. Además de un tratamiento en el aspecto psicológico que incluya charlas sobre la violencia, sus tipos, causas, consecuencias y formas de prevención.

Todas estas problemáticas presentadas, solamente son el reflejo de una sociedad falta de educación en valores y en una adecuada guía de salud mental; pues las cifras tan alarmantes de violencia de género, violencia física y sexual, femicidios, graves faltas de respeto hacia mujeres que ahora incluyen a niñas y adolescentes; demuestran un retroceso social y psicológico, que sigue colocando en peligro a las nuevas generaciones y a la población en general, principalmente a mujeres.