Los machos sabios

Son las siete de la mañana, como todos los días, los noticieros de los canales nacionales anuncian que en unos pocos minutos entrevistarán a una persona experta sobre un tema de interés o coyuntura. Hasta ahí nada fuera de lo normal, pero veamos qué ocurre si revisamos con atención la lista consolidada de las personas invitadas. Expresidentes y exvicepresidentes que realizaron cuestionables mandatos, hijos de expresidentes y exmandatarios políticos, excandidatos, expertos y analistas -en masculino- en la materia de coyuntura, en fin.

¿Y qué tienen todos ellos en común? Son hombres heterosexuales, blanco-mestizos, entre los 40 y 70 años, de clase media-alta, y por tanto con estudios superiores. ¿Representa esto un problema? Sin duda sí. La población ecuatoriana se caracteriza por su diversidad: personas afrodescendientes, indígenas, montubias, extranjeras, jóvenes, adultas mayores, con diversidades funcionales, y, sobre todo, también mujeres y personas LGBTIQ.

Si miramos la prensa la situación se mantiene. En un conocido diario se observan entre las columnas de opinión: 1 hombre afrodescendiente, 5 mujeres y 14 hombres blanco-mestizo (repite uno de los habituales de las noticias de televisión); mientras que en otro diario, de las 20 columnas de los últimos 13 días solo 1 columna fue escrita por una mujer.

La infrarrepresentación de las personas que vivimos en Ecuador en los medios de comunicación sí es un problema. Profundiza la polarización política, populariza la idea de que solo existe una forma correcta de debate público, y perpetúa las brechas de género, pues solo una minoría masculina sigue tomando e influyendo en la toma de decisiones que nos atañen a todas y todos.

Como se explica en una investigación académica reciente: “Los periódicos son constructores de la realidad social y generan modelos sobre el ‘deber ser’ o el ‘deber seguir’.” Y recordemos que muchas cosas de las cosas que aprendimos fueron por imitación. Entonces es preocupante que se siga perpetuando el estereotipo de que solo los machos sabios saben mejor lo que necesitamos y cómo lo vamos a conseguir.

La equidad de género y el respeto a la diversidad empiezan por el diario vivir. Exijamos más y mejores espacios de representación, pero, sobre todo, ocupémoslos y escojamos informarnos en medios diversos, que representen otras voces y opiniones.